Ucrania: La lavadora de Occidente

*Mario Silva / Haize Gorriak

Como simple ejercicio de curiosidad: ¿Alguien se ha preguntado por qué la Unión Europea y algunos países pertenecientes a ella, siguen empeñados en mandarle “fondos de ayuda” a Zelenski “dizque” para Ucrania?

Todo ciudadano europeo debería hacerse esa pregunta y exigirle a sus gobernantes, que rindan cuentas públicas de sus cuentas personales. ¡Sí! Así mismo como lo leen.

Este tema de la geopolítica mundial, europea, la OTAN y su área de influencia, ese “ahí viene el lobo” de la rusofobia y el “que hay que estar preparados para una guerra de Rusia contra occidente”, se ha puteado tanto que hemos olvidado hacerle una visita a lo más obvio: La enorme lavadora en la que han convertido a toda Europa.

A ver, dibujemos lo que saldrá a la luz con documentos “desclasificados”, 90% tachados por seguridad nacional o mundial, y empecemos por lo más simple:

Zelenski -y no es de ahora-, está podrido en corrupción. El que desde el principio de la operación especial rusa, se convirtió en el niño mimado de occidente y proclamado “héroe que nos va a salvar del comunista Putin” por toda la prensa occidental, cae en barrena, porque no puede justificar qué se hicieron los miles de millones que ha recibido él, administrado él y, quizás, tal vez, repartidos por él. Y, ¡Claro está!, que va a ser él quien pague los platos rotos del desmadre que está pasando frente a las narices de los europeos.

Y ahí está el nodo central, obvio, que no vemos: ¿Quiénes son los beneficiarios de esa repartición, ayer muy generosa, hoy muy menguada, de fondos “para la defensa de Ucrania”. Dicho sea de paso, en la que participó Biden & Company, con hijos incluidos, en negocios y contrataciones dentro de Ucrania, y, apuéstenlo, en la que quiere participar la cofradía actual de la Casa Blanca.

Pero, no nos desviemos y hagamos otro ejercicio que hacen los grandes bancos cotidianamente. Una cosa tan común en las élites del capitalismo llamado “lavado de dinero”. Un ejemplo corto de mi hipótesis:

La Unión Europea prepara un paquete de ayuda de 1.000 millones de dólares para Zelenski (estampando “Ucrania” en el documento). Se va al parlamento europeo, “El comunista Putin”, “bla, bla, bla”, se aprueba la ayuda (saquen de la ecuación a la minoría que objetará), se envía la ayuda a la banca central de Ucrania… Observen que hasta aquí, todo el proceso está respaldado por las “normas” de la banca capitalista internacional. Es decir, ya le llegaron a “Ucrania” los fondos, los Pilatos se lavan las manos, y “mágicamente”, Zelenski, que es el nodo central de la lavadora, tiene dos opciones para el reparto:

Primera opción, depositar la parte de cada gobernante en cuentas propias o de terceros como “bonificaciones” por asesorías o cuanta mierda se inventen (cosa poco probable, porque siempre estarán bajo la lupa de los arrastrados que no recibieron su parte). O, la segunda opción, depositar en paraísos fiscales a cada gobernante (pregunten en La City de Londres cómo lo hacen y no se puede hacer nada contra ellos).

Pero es que, además, existen otras posibilidades hipotéticas que pudieran estar ocurriendo, sea por “pruritos” de algunos integrantes de esa mafia llamada Unión Europea que no les gusta quedar expuesto ante sus pares, o porque cada presidente de gobierno europeo, tiene que rendirle cuentas a su séquito, “partidistas del partido” que gobierna en su país (financiamiento de partidos políticos, corrupción, desmadres focalizados en cada uno de los países de la UE que, igual podrían ser depositados en cuentas personales o paraísos fiscales).

Otro ejercicio hipotético, Homo sum, humani nihil a me alienum puto (Soy humano, nada de lo que es humano me es ajeno):

Abrazos efusivos y retratos con Zelenski, visitas, giras, encuentros, conversaciones privadas con el ratero que recibe el dinero y lo lava a su antojo. Se va Zelenski a atender su lavadora. Presidentes de gobiernos exponiendo “salvar a Ucrania de las garras del comunismo”, grandilocuentes debates parlamentarios, pelea sangrienta por conocer para qué y a quién le destinarían ese “regalo” para Ucrania, acusaciones de ser pro-rusos, comunistas, cabrones todos, que terminarán recibiendo una tajada del pastel. Se aprueba la “ayuda humanitaria” y comienza el ciclo nuevamente, pero ahora el “negocio” es entre dos, un ratero nazi fascista y un gobernante ratero del país tal o cual de Europa. La lavadora focaliza la operación en un país y no hay que repartirle a los demás integrantes de la UE.

Revisen cada noticia sobre declaraciones de cada presidente de gobierno, debates sobre ayudas humanitarias o armamentos (que es otro tema de corrupción y reciclado de dinero sucio). Revisen, duden y confronten, porque todos los días sale un pendejo a la calle y es de quien lo compre.

Pregúntense por qué están apareciendo por toda Europa, Asia, África, América, armamento que le fue entregado a la mafia de Zelenski.

Pregúntense por qué están negociando órganos de mercenarios muertos en toda Europa.

Por eso reitero que el tema de la geopolítica mundial, europea, la OTAN y su área de influencia se ha puteado tanto. No es geopolítica, ni geoestrategia, ni siquiera Realpolitik, es simplemente un negocio sucio, mafioso, que atenta contra todos los habitantes de Europa.

Es la decadencia de un clan de Calígulas que sólo están haciendo negocios sin importarles las consecuencias de la mierda que van regando.