El ejército de Siria, en colaboración con fuerzas rusas, recuperan algunos de los enclaves que fuerzas yihadistas tomaron en los últimos días. En tanto, los grupos terroristas mantienen sus ataques en las provincias de Idlib y Alepo, en el norte sirio.
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Los enfrentamientos en las provincias sirias de Idlib y Alepo se intensificaron tras los recientes ataques de grupos terroristas, incluyendo el Frente Al-Nousra (anteriormente conocido como Frente Al-Nusra), una organización afiliada a Al Qaeda.
Según el corresponsal de teleSUR en Siria, Hisham Wanous, las agresiones comenzaron el miércoles y fueron lideradas por grupos armados que se valieron de armamento pesado, drones y fuerzas extranjeras para atacar zonas rurales bajo control gubernamental.
Uno de los ataques más significativos tuvo lugar en la zona residencial universitaria de Alepo, donde proyectiles de mortero provocaron la muerte de al menos cuatro civiles. También se reportaron agresiones similares en la campiña de Idlib, que afectaron tanto a infraestructuras civiles como militares.
El Comando General del Ejército y las Fuerzas Armadas de Siria confirmó que los terroristas emplearon drones de fabricación ucraniana, obtenidos en un intercambio con grupos armados que luchan en Ucrania. Estos drones fueron utilizados para atacar posiciones estratégicas, violando los acuerdos de desescalada establecidos en 2020 bajo la mediación de Rusia, Turquía e Irán.
Ante esta situación, el Ejército Árabe-Sirio lanzó una contraofensiva con el respaldo de la Fuerza Aeroespacial de Rusia. Según el comunicado oficial del Comando General del Ejército, las fuerzas armadas lograron abatir a más de 400 extremistas, destruir decenas de vehículos blindados y derribar 17 drones utilizados por los terroristas. Además, las operaciones permitieron recuperar el control de más de 20 áreas previamente ocupadas por los grupos armados.
«Las fuerzas armadas de Siria continuarán sus operaciones hasta derrotar por completo a estos extremistas», señaló el comunicado, subrayando que el objetivo principal es erradicar las amenazas terroristas en estas provincias y garantizar la seguridad de la población.
Además, el ejército denunció que estos ataques no solo buscan objetivos militares, sino que están diseñados para sembrar terror entre la población, al tiempo que reafirmó su compromiso de defender el territorio nacional y evitar que estos grupos terroristas logren consolidar posiciones estratégicas.
«El pueblo sirio y sus fuerzas armadas están decididos a resistir y superar este nuevo intento de desestabilización», concluye el comunicado oficial.
Según Wanous, expertos locales atribuyen la reciente escalada a un intento de reavivar el conflicto en Siria y debilitar su papel en la región y señalan que no es casual que la ofensiva terrorista coincida con la firma del alto al fuego entre Israel y Líbano. Estas acciones, según los especialistas reseñados por el corresponsal, buscarían desestabilizar el llamado «Eje de la Resistencia», compuesto por Siria, Irán y grupos aliados en Líbano y Palestina, en medio de las tensiones que persisten en Oriente Medio.
El ataque en desarrollo es la mayor avanzada de las organizaciones armadas contra el Ejército sirio desde la firma de los acuerdos de Astaná en 2020 por los presidentes de Rusia, Turkiyé e Irán, que estableció límites para evitar enfrentamientos en regiones específicas del país. Mencionado tratado fue alcanzado cuando Moscú, aliada del gobierno del presidente sirio Bashar Al-Assad, y Ankara, que respalda a los rebeldes, alcanzaron un acuerdo de alto el fuego.