La Casa Blanca por boca del presidente Joe Biden informo ayer que el gobierno de Estados Unidos asignará unos 8.000 millones de dólares más en ayuda militar para el régimen ucraniano.
“El Departamento de Defensa asignará los fondos restantes de la Iniciativa de Ayuda a la Seguridad de Ucrania para finales de este año. También he autorizado 5.500 millones de dólares de la Autoridad Presidencial de Reducción de Armamentos para garantizar que esta autoridad no caduque”, expuso Biden mediante un comunicado.
Asimismo, anunció la concesión de otros “2.400 millones de dólares en ayuda a la seguridad a través de la Iniciativa de Ayuda a la Seguridad de Ucrania”.
Biden también dio instrucciones al Pentágono para que amplíe un programa de formación de pilotos ucranianos para pilotar cazas F-16. Según el comunicado, Washington pretende formar a 18 pilotos más en 2025.
“He dado instrucciones al Departamento de Defensa para que restablezca y transfiera a Ucrania una batería adicional de defensa antiaérea Patriot y misiles adicionales para Patriot”, añadió el presidente estadounidense.
Biden explicó que la decisión se tomó después de que anunciara su intención de reorientar las exportaciones estadounidenses de defensa antiaérea a Ucrania, lo que permitirá a Kiev recibir “cientos de misiles adicionales para Patriot” y Amraam el próximo año.
Rusia continúa desde el 24 de febrero de 2022 una operación militar especial en Ucrania, cuyos objetivos, según el presidente Vladímir Putin, son proteger a la población del Donbass “un genocidio por parte del régimen de Kiev” y atajar los riesgos de seguridad nacional que representa el avance de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) hacia el este.
Según el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, Estados Unidos y la OTAN toman parte directa en el conflicto en Ucrania con los suministros de armamento y el entrenamiento de militares ucranianos en territorios del Reino Unido, Alemania, Italia y otros países.
El Kremlin sostiene que la política de Occidente de nutrir de armas a Ucrania no contribuye a las negociaciones ruso-ucranianas y solo tendrá un efecto negativo.