Las mujeres armenias en la lucha antifascista

«El pueblo armenio, junto a sus pueblos hermanos de la Unión Soviética, fue partícipe de verdaderas hazañas durante la resistencia a la invasión hitleriana y la posterior ofensiva soviética, que terminó con los sueños de dominación mundial del fascismo.»

-Nor Sevan / Nueva Revolucion

Muchas mujeres armenias también lucharon en las filas de la 89ª División Armenia Tamanian, merecedora de la Orden de la Bandera Roja y de la Orden de la Estrella Roja, recorriendo el duro camino de la resistencia y la ofensiva desde las estribaciones del Cáucaso hasta Berlín. Entre ellas se encontraba la instructora sanitaria Roza Sarkisian, quien no sólo era enfermera, sino también una buena oficial de inteligencia.

A principios de 1943, cuando se libraban feroces batallas por la liberación del Cáucaso Norte, uno de los tanques enemigos avanzó en dirección a la trinchera donde se encontraba Rosa Sarkisian. La valiente combatiente armenia, sin perder la compostura, comenzó a arrojar granadas, logrando que el tanque vuelque y se incendie. Cuando los nazis intentaron huir, Rosa se encargó de que no sucediera.

En esa dura y decisiva batalla, Sarkisian resultó herida, pero después de sanada y de superar exitosamente el tratamiento de rehabilitación. Rosa regresó a su unidad militar natal. Como parte de la 89ª División Armenia Tamanian del Ejército Rojo participó en la liberación de Polonia, en la defensa de la cabeza de puente a orillas del río Oder y se distinguió en las batallas por la captura de las ciudades de Kalisz, Landsbergam-Lech, Miedzyrzech, Schwiebus y Frankfurt.

Rosa Sarkisian se distinguió aún más en la batalla victoriosa por Berlín, por lo que recibió el “Certificado de Gratitud” del Alto Mando Supremo y otros reconocimientos. Recibió dos Órdenes de la Bandera Roja, la Orden de la Estrella Roja, la Orden de la Gloria de grado III, la medalla “Por la defensa del Cáucaso”, la medalla “Por la liberación de Varsovia” y la medalla “Por la toma de Berlín”, entre otras.

Otra armenia, Haikush Avetian, también recorrió un glorioso camino militar en las filas de la misma 89ª División. Al comienzo de la Gran Guerra Patria, Haikush decidió alistarse en el ejército soviético y habiendo llegado a Berlín desde Crimea, participó en la derrota final del enemigo y disfrutó de la alegría de la victoria en la capital y por entonces búnker enemigo.

En el centro, el Mayor H. Simonian, brindando directivas de combate
En la noche del 15 de febrero de 1945, los las fuerzas de la Alemania nazifascista cruzaron el río Oder cerca de Frankfurt y construyeron una cabeza de puente en su margen izquierda, donde durante dos meses los combatientes armenios libraron feroces y sangrientas batallas. Este terreno recibió el nombre de “Pequeña Tierra Armenia”. El enemigo disparaba constantemente contra la base tanto desde el aire como desde tierra. Después de un feroz bombardeo, los fascistas se acercaron y entraron en batalla con los soldados armenios de la 89ª División Tamanian, que habían salido de la trinchera. Los soldados del Batallón liderado por el Mayor Hrant Simonian resistieron valientemente a las fuerzas enemigas superiores. En ese momento, el comandante de la unidad militar notó que uno de sus soldados estaba escondido en una trinchera. El comandante preocupado pensó que el soldado no tenía granada, pero un minuto después notó que dio un salto, arrojó granadas al enemigo y se escondió nuevamente. Luego, el batallón, disparando una andanada, hizo retroceder al enemigo a su posición original. Después de la batalla, el comandante, que acudió personalmente al valiente guerrero, se sorprendió mucho al ver a la joven Haikush Avetian frente a él.
Haikush también participó en las feroces batallas por Berlín. Después de la batalla victoriosa, la valiente mujer armenia dejó la siguiente inscripción en la pared del Reichstag: “La mujer armenia llegó aquí en las filas del Ejército Rojo y vio caer el Reichstag y Berlín”.
En una carta enviada a sus padres, escribió: «Que sus corazones se llenen de una felicidad infinita, que son padres de una heroína ala que los combatientes de la División Armenia Tamanian llaman ‘mujer de fuego’. La guerra terminó con nuestra victoria y pronto, nuestra Haikush estará de regreso».

Entre las muchas mujeres armenias que participaron en la captura de Berlín como parte de la 89ª División Armenia Tamanian se encontraba la artillera antiaérea Yerchanik Yenokian. En una carta a su hermano, le decía: “Querido hermano, aceptá el cálido y añorado saludo de tu hermana combatiente. Te escribo esta carta desde Berlín, desde esa ciudad en la que participé de las últimas batallas por su ocupación.

…Querido hermano, la mano de tu hermana nunca tembló cuando tuvo que golpear al enemigo. Nuestra artillería antiaérea derribó muchos aviones enemigos.

Querido Karsean, ahora se silenciaron los bombardeos. La noticia de la victoria trajo felicidad a cada ciudadano soviético”.

Armik Aramian, nacida en 1919 en Tiflis, capital de Georgia, estuvo entre las valientes mujeres armenias que lucharon para defender el Cáucaso. Se graduó en el departamento de lingüística y literatura del Instituto Pedagógico de Bakú en 1940 y en 1942 se marchó al frente. Luchó heroicamente en batallas defensivas en el Cáucaso y luchó en el primer y tercer frente ucraniano. En 1943 resultó gravemente herida en las batallas cerca de Belokurakino. Después de recuperarse, la intrépida mujer armenia participó en la liberación de Ucrania, la derrota final de la Alemania nazi y la victoria en Berlín. En junio de 1945 fue desmovilizada y regresó a Nagorno-Karabaj, a Stepanakert, donde trabajó como profesora de lengua y literatura armenias en una escuela agrícola.

Por el coraje demostrado en la Gran Guerra Patria, recibió la Orden de la Gran Guerra Patria, numerosas medallas por el servicio militar y el coraje, y con motivo del 60 aniversario de la Victoria, el gobierno francés le otorgó la Medalla “Por la participación en la liberación de Europa”. Por decreto del presidente de la República de Artsaj (Karabaj) recibió la medalla “Gratitud materna a los héroes de Artsaj”. Armik Aramian, como Veterana de guerra, durante muchos años participó activamente en la educación militar-patriótica de la generaciones más jóvenes.

Durante la Gran Guerra Patria, otra valiente hija de Artsaj, Lusik Sarujanian, participó combatiendo en diferentes frentes. Lusik nació en 1921 en la región de Martakert, en Nagorno Karabaj. En 1942, fue reclutada por el ejército soviético. Primero fue enviada a Tiflis a los cursos y ejercicios de entrenamiento, y seis meses después ya formaba parte del ejército activo en Krasnodar y luego en Ucrania.

Lusik, con las armas al hombro, cavó trincheras, trabajó duro y, al mismo tiempo, luchó heróicamente contra el enemigo nazifascista. Por su valentía en el campo de batalla, fue ascendida al rango de cabo. Sarujanian expresó su amor a la Patria durante todo su servicio militar antes de lograr el ansiado final victorioso de la guerra. Participando en la derrota de la Alemania nazi, llegó a Berlín y dejó su sello, escribiendo “Stepanakert-Berlin” en el muro del Reichstag.
Por sus méritos militares, Lusik Sarujanian recibió la Orden de la Gran Guerra Patria grado II y otras diez medallas. En 1945, después de la desmovilización, Sarujanian regresó a su Artsaj natal. Por su trabajo militante en tiempos de paz, recibió las medallas “Por el trabajo valiente” y “Veterana del trabajo”.