El medio bielorruso Minskaya Pravda entrevista a Aleida, hija del internacionalista argentino-cubano Ernesto «Che» Guevara

Hoy hablamos con la hija mayor del revolucionario, del Che Guevara, Aleida Guevara. Su vocación desde la infancia era la medicina. Durante mucho tiempo trabajó como alergista pediátrica y pediatra en Cuba, Angola, Ecuador y Nicaragua. Actualmente, participa activamente en política, trabaja en el Centro de Estudios Che Guevara y ayuda a niños con discapacidad, niños refugiados y niños víctimas de violencia. Aleida es marxista y comunista convencida, miembro del Partido Comunista de Cuba. Ayuda a proteger y estudiar el legado de su padre, Ernesto Che Guevara, en su lucha por una sociedad justa.

Aleida compartió con Minskaya Pravda valiosos recuerdos de su padre, datos interesantes sobre las virtudes de la medicina cubana, una opinión sobre Rusia en el contexto de la Operación Militar Especial en Ucrania, y pensamientos emocionales sobre Belarus y Lukashenko.

 ¿Cuáles son los recuerdos más importantes que conservas de tu padre? ¿Cómo era él y como compaginaba la vida revolucionaria con la vida familiar?

Guardo muy pocos recuerdos de mi padre. Yo tenía cuatro años y medio cuando se fue al Congo y después ya no lo volví a ver tal y como él era. Así que recuerdos tengo muy poquitos.

Realicé un documental al respecto que se llama “Ausencia presente”. En él recojo esos recuerdos que tengo de mi padre.

Todo el mundo me pregunta lo mismo, por ello realicé dicho documental para que no se pierda la magia de los recuerdos y nunca se olviden.

Él, en la vida familiar, era un hombre más, tranquilo y cariñoso. Lo que pasó es que tenía muy poco tiempo para estar con nosotros. Recuerdo una vez cuando llegó a casa después del trabajo voluntario, se puso a jugar con nosotros como si fuera un perrito y mi hermano Camilo y yo nos subíamos encima de su espalda. Otras veces me llevaba al trabajo voluntario para poder estar un poco más de tiempo conmigo. Así lo pienso porque era muy poco el tiempo que él podía dedicar a la familia.

Mi padre trabajaba 16 horas diarias a veces, así que no tenía prácticamente tiempo para dedicarlo a la familia y estar en casa.

Estudiaste medicina, concretamente la especialidad de pediatría. ¿Qué te impulsó a realizar tus estudios en medicina? ¿El ejemplo de tu padre influyó en tu decisión? 

Yo soy médico alergólogo pediatra. Trabaje todo el tiempo con niños, pero mi especialidad es de alergólogo. Pasa que me gusta trabajar solo con niños, por eso es más correcto decir alergólogo pediatra.

Inicialmente, claro que influyó mucho mi padre, pero también es que cuando nació mi hermano menor, Ernesto, yo tenía cuatro años y medio y a mi madre se le infectó un punto de la cuarta cesaría y yo ayudé a curar ese punto. De alguna manera, esa experiencia junto a los niños que me gustaron siempre desde niña, dije que iba a ser médico y se cumplió.

Después pienso que fue un poco la manera de devolver todo lo que había recibido. Desde que tengo uso de razón, el pueblo cubano me ha querido por ser la hija de un hombre que ellos quieren muchísimo y de alguna manera tú tienes que devolver lo que recibes. Entonces, la carrera de medicina en Cuba es una carrera que se hace pública para todo el mundo, que es en beneficio de la gente, de la salud y eso hace que tú puedas estar muy cerca de la angustia, el dolor, las necesidades de la gente y un poco puedes devolver todo ese cariño recibido. Así que es una mezcla de todo eso, por eso soy médico.

¿En la actualidad hay en el mundo cuadros revolucionarios como el Che o Fidel? 

Comparar hombres es muy difícil. Yo creo que es imposible, porque cada uno vive en un momento determinado, en un lugar determinado, circunstancias que lo hacen crecer como ser humano. Entonces es muy difícil comparar a las personas. Es posible que haya algún Che por ahí o algún Fidel, pero es difícil porque eran hombres muy completos. Dicen que nace una vez uno en el siglo, y nosotros tuvimos la suerte de tener dos de los grandes en el mismo proceso revolucionario, y eso fue muy importante en la Revolución Cubana. Pero ya te digo, son hombres tan completos que es muy difícil igualarlos y menos superarlos. Pero tampoco es imposible, puede ser que haya mucha gente por ahí que no conocemos y que son tan dignos como ellos dos y tan completos como ellos dos, pero no han tenido la oportunidad de florecer. También es una posibilidad.

¿Podría explicar qué labores políticas realizas en la actualidad? 

Soy miembro del Partido Comunista Cubano, pero no tengo cargos, soy activista de base. No soy dirigente.

En estos momentos estoy trabajando en el Centro de Estudios Che Guevara. Me retiré oficialmente como médico, aunque los médicos nunca se retiran. Seguimos trabajando siempre, pero oficialmente ya no ejerzo.

Estoy más dedicada al trabajo en el Centro de Estudios Che Guevara. Intentamos que el pensamiento de mi padre pueda llegar a mucha más gente y con la verdad.

Pienso que eso es muy importante, porque hay personas que tergiversan las cosas y tratan de hacer daño al legado del Che. Eso lo hacen porque les da miedo, a pesar de llevar tantos años muerto, todavía les sigue dando miedo.

Combato lo que veo mal hecho, trato por todos los medios de ser justa con los pueblos, he trabajado con el Movimiento sin tierra en Brasil, trabaje también con la fundación Un Mundo Mejor es posible en Argentina, Soy embajadora del retorno de Palestina. En fin, donde pueda ayudar y hacer algo lo hago con mucho gusto.

En Belarús el pueblo recuerda con afecto cómo Cuba se solidarizó en el momento del accidente de Chernóbil, muchos niños y niñas fueron tratados en su país. ¿Cómo es el sistema de salud en Cuba? ¿Cuáles son sus mayores éxitos? 

El sistema de salud cubano tiene una característica fundamental: que es preventivo. Nos dimos cuenta que es mucho más fácil prevenir una enfermedad que tener que curarla. El bloqueo nos golpea muchísimo porque hay miles de medicamentos que salen nuevos todos los días y nosotros no podemos adquirirlos, no podemos usarlos porque el bloqueo de EE. UU. lo impide. También hay otros medicamentos no tan modernos, pero también el bloqueo hace que nadie nos venda medicamentos, que nadie nos venda tecnología, material desechable. En fin, es un dolor de cabeza el bloqueo en lo relativo a la medicina.

Por eso hemos tenido que recurrir a nuestros ancestros. Los conocimientos ancestrales de nuestra población saben que nosotros también somos hijos de negros y africanos y ellos trajeron consigo muchos conocimientos de hierbas y medicinas naturales y en la actualidad lo estamos utilizando. También tuvimos influencia china en una época, todavía estamos hablando del siglo XIX. Hubo una migración china importante porque se terminó el ferrocarril en Estados Unidos y había mucha masa china trabajando, y cuando se quedaron sin trabajo muchos de ellos viajaron a Cuba y al Caribe y aquí llegaron unos cuantos. Por ello, también tenemos influencia china en nuestra cultura y eso hace que seamos persistentes en las cosas. También ellos trajeron a la isla sus medicamentos, su propia medicina y también la aplicamos.

Así que vamos buscando alternativas. Hace dos siglos los alemanes desarrollaron una ciencia que es a través de las plantas naturales como la homeopatía y eso también hace que el paciente pueda mejorar. Estamos usando todas las alternativas posibles para tratar de buscar soluciones a las carencias de medicamentos a causa del bloqueo criminal al que somos sometidos. El sistema de salud cubano es gratuito, es para todo el pueblo, sin ningún tipo de diferencia ni color de piel, sexo y ni siquiera ideología, nada de eso. Es decir, al ser humano se le trata como ser humano y de forma gratuita y se hace lo mejor posible y eso es una de las características de la salud estatal cubana y la otra que llama mucho la atención es que tiene un carácter internacionalista. Como ves, nosotros estamos formados por culturas diferentes; por tanto, le debemos a esas culturas también parte de nuestra existencia, así que es necesario devolverlo y eso es lo que hacemos en la actualidad en muchos países de América Latina, también en África y Asia.  Trabajamos lo mejor posible para ayudar a esas poblaciones. Eso es un carácter muy hermoso de la medicina cubana que es su carácter internacionalista.

En los años 80 el comandante Fidel Castro comienza a crear los pueblos científicos, empieza a pensar que Cuba con todo ese problema del bloqueo criminal y el subdesarrollo del país, explotado durante siglos por metrópolis europeas y después de Estados Unidos, que extrajeron del país y saquearon casi todos sus recursos naturales.

Fidel entendió que Cuba tenía que ser un país de hombres y mujeres, de ciencia, ahí empieza el desarrollo científico de todo lo que es la medicina y hoy tenemos grandes avances.

Fíjate que en la COVID-19 nosotros pudimos tener 5 vacunas hechas por nosotros mismos. Piensa a ver, busca alrededor a ver qué país, con todo el dinero que se pueda tener en Europa, hizo 5 vacunas para su pueblo.

Y eso lo hizo Cuba, con muy pocos recursos, pero con grandes recursos científicos, que son los hombres y mujeres que están entrenados para eso. Esa es otra ventaja de la salud pública cubana.

¿Cómo luchas por la preservación y divulgación del ejemplo revolucionario de tu padre, Ernesto Guevara? ¿Qué organizaciones existen al respecto en Cuba? 

Desde hace unos años en la Habana está el Centro de Estudios Che Guevara. Realmente aún no está inaugurado oficialmente, pero estamos trabajando desde hace tiempo. Una de sus tareas es preservar la vida y obra del Che. El centro ya pertenece a la memoria del mundo de la UNESCO. Trabajamos en ese sentido publicando su obra íntegra, de forma que es posible consultarlo desde muchos rincones del mundo y en diferentes idiomas. En el Centro de estudio preserva la obra original del Che y también se realizan proyecciones y diálogos con los niños, adolescentes y jóvenes para ver cómo ellos ven la figura del Che y saber en qué podemos trabajar e incidir para que se haga mucho más profundo ese conocimiento y que lo tengan más cercano. Ese es el objetivo fundamental del Centro de Estudios Che Guevara. Después también existe el Memorial del Che en la ciudad de Santa Clara que guarda también su memoria, también está el Museo de la Revolución en la Habana donde se exponen y conservan algunos de sus objetos y materiales de estudio y en el Comité Central del partido Comunista ahí también un grupo de personas que custodia los objetos que existen ahí del Che. En primer lugar, los más importantes somos nosotros como centro de estudios.

 ¿Cuál es tu posición acerca de la Operación especial de Rusia en Ucrania? ¿Piensas que a Rusia no le quedaba otra opción? 

Déjame hacerte un poco de historia. En los años 60 en Cuba se vivió la crisis de los misiles o también llamada “crisis de octubre”. Resulta que la URSS nos dio cohetes defensivos y Estados Unidos de América se enteró y se puso tan histérico que estuvimos a punto de una tercera y última guerra mundial, fíjate como fue aquello que armaron un revuelo enorme y por todos los medios presionaron a la antigua Unión Soviética, para qué retirará los cohetes de Cuba. Ahora yo te pregunto: En estos momentos, la OTAN está suministrando no cohetes defensivos sino ofensivos a Ucrania, que son diferentes. ¿Entonces Rusia se tiene que quedar callada?

Si Estados Unidos armó aquel alboroto porque nosotros teníamos cohetes defensivos, ¿por qué entonces los rusos tenían que permanecer callados?

Y, ¿por qué van a aceptar semejante cosa cuando son sus fronteras lo que están defendiendo?

No es nada justo para los rusos. Es necesario conocer la historia.

Si el Imperio americano se puso histérico, porque nosotros teníamos aquellos cohetes.

¿Ahora por qué Rusia no puede reaccionar? Es una pregunta sencilla y simple. Están poniendo en peligro la vida del pueblo ruso.

Es necesario conocer la historia rusa, cómo el ejército de los zares derrotó a Napoleón Bonaparte, en la Segunda guerra mundial cuantos hombres y mujeres murieron por lograr la victoria, fueron los soviéticos los que hicieron la bandera en el Reichstag.

¿Cómo pueden desconocer a un pueblo como ese? ¿Lo van a presionar? ¿Están locos o qué pasa?

Los rusos no se van a dejar aplastar, es un pueblo con orgullo, con honor, por tanto, además va a defenderse.

Y esto es lo que está haciendo Rusia.

Pero, además, todo el mundo sabe la historia de Ucrania y la historia del país surge en la URSS como país. Mientras tanto, el zar de Rusia y los polacos se estaban pelando todo el tiempo por un pedazo de tierra que hoy es Ucrania.

Fue gracias a la Unión Soviética que durante más de 70 años se habló la misma lengua y se convivió pacíficamente. Por la presión estadounidense se ha llegado al punto de la confrontación de pueblos hermanos y gente que quiere seguir siendo rusa.

El presidente de Ucrania solamente tiene el deseo de lastimar más y más a su propia gente.

Realmente lo siento mucho por ellos porque siempre consideramos a los ucranianos como hermanos iguales que a los bielorrusos y rusos.

Antes todos formaban parte del mismo país con el que Cuba mantenía las mejores relaciones, pero también profesamos el mayor de los respetos. Los cubanos recordamos que fue gracias a los pueblos de la URSS que no tuvimos un Hitler permanente en el mundo.

Creo que los rusos tienen todo el derecho a defender su frontera y su pueblo. Mira, lo siento mucho por el pueblo ucraniano que tiene semejante gobernante, que realmente lo único que le está haciendo es daño al país.

En Belarús se conserva la economía y el estado social que regían el país en tiempos de la URSS. De hecho, fue el país que salió más rápido de la ruina de los 90 tras la destrucción de la Unión Soviética. ¿Qué opinión tienes acerca de la República de Belarús y su presidente, Aleksandr Lukashenko? ¿Cómo se podrían fortalecer los lazos de cooperación entre Cuba y Belarús? 

No conozco personalmente a su presidente. Pero la posición que ha tomado precisamente con relación a Rusia y Ucrania merece mis respetos, lo digo de verdad.

El valor siempre es para mí muy importante en los seres humanos, sobre todo cuando tienes la responsabilidad de preservar la vida de tu pueblo, de cuidar de tu gente y tienes el valor y la dignidad de comportarte firme, con fuerza y con valor. A mí eso me llena de respeto, de verdad.

Pienso que tenemos que trabajar más en las actividades culturales. Belarús es un hermoso país y podíamos tener muchas más relaciones desde el punto de vista cultural, pero también desde la esfera del comercio y la economía.

Porque en este momento el bloqueo cada vez se hace más duro y difícil y nos vendría muy bien una gran ayuda solidaria de verdad que sí.

Creo que fue así durante muchos años, pues en la Unión Soviética fue así. Pertenecíamos a pueblos muy diferentes desde el punto de vista cultural, pero desde el punto de vista ideológico nos compenetramos muy bien y siempre fuimos muy solidarios. Yo espero que se recupere 100% la solidaridad y el amor entre nuestros pueblos.

Un gran saludo a todo el pueblo bielorruso, un abrazo para usted.

¡Hasta la victoria siempre!