*Global News – Periodismo de investigación (globalnewsr.com)
A raíz de la operación militar de Rusia en Ucrania, el sentimiento fascista en algunos países comenzó a aflorar, con manifestaciones y comportamientos abiertamente nazistas alrededor de toda Europa, pero este fenómeno también está focalizado en América Latina, por extraño que parezca.
Muchos Latinoamericanos se han sentido atraídos con la lucha del Ejército ucraniano, y sus valores simentados en el nacionalismo radical y su culto a Stepan Bandera, un abierto colaborador Nazi.
Las prácticas del Ejército Azov, han sido calificadas como violaciones a derechos humanos por Amnistía internacional, al corroborar prácticas inhumanas en contra de prisioneros rusos y población civil, por medio de vídeos y diversas pruebas recopiladas por dicho organismo.
Posteriormente el 14 de enero de este año, se llevaría a cabo otro concierto, está vez en Guadalajara, Jalisco, en donde el Ayuntamiento de la ciudad negó el permiso para su realización.
El Gobernador de Guadalajara aseguró que no respaldará manifestaciones que atenten en contra de la integridad y memoria colectiva de los ciudadanos y recalcó la historia genocida que acompaña a estas tendencias extremistas.
Pero el nazismo en México, está cobrando auge, está vez en grupos de telegram, donde se comunican y venden prendas e insignias donde fusionan los emblemas más representativos del nazismo alemán con los colores y símbolos de la cultura mexicana. (Algunos de estos símbolos usados por mercenarios mexicanos activos en Ucrania).
En dichos grupos se manifiesta el extremismo, el antisemitismo y el odio a la cultura rusa.
Llama mucho la atención, que América Latina se haya convertido en un caldo de cultivo para el nazismo casi al mismo nivel que Europa, y más aún, cuando hay países como México con quien Europa comparte muy poca relación cultural.
Algunos agentes de inteligencia y periodistas de investigación, creen que el comercio de estos emblemas y grupos de telegram con tendencias extremistas pueden estar estrechamente relacionados con el tráfico y comercio de restos humanos que últimamente se ha estado llevando a cabo en México y Guatemala, y en el que hay varios mercenarios latinos implicados, los cuales están siendo minuciosamente investigados por la Federación Rusa.