Descubren otros dos laboratorios secretos de guerra biológica de EEUU en el Donbass liberado

*EurAsia Daily (eadaily.com)

El avance del ejército ruso en Ucrania ha descubierto otros dos laboratorios biológicos de Estados Unidos en Rubejnoe y Severodonetsk, en la República Popular de Lugansk, donde utilizaron a los militares ucranianos como conejillos de indias.

La rápida retirada del ejército ucraniano hizo que no pudieran llevarse o destruir el contenido de los laboratorios, que fueron minados cuidadosamente. Los especialistas rusos se encuentran en el lugar para analizar el trabajo que se llevaba a cabo en ambos laboratorios (*).

El 6 de marzo el Ministerio de Defensa ruso declaró que Estados Unidos había gastado más de 200 millones de dólares en los laboratorios biológicos militares que tenía en Ucrania.

Por parte de Estados Unidos, en el programa de guerra biológica participaron el Pentágono y la Administración de Reducción de Amenazas de Defensa (DTRA), así como Black & Veatch (Overland Park, Kansas) y CH2M Hill (Englewood, Colorado).

Por parte de Ucrania los implicados son el Instituto de Investigación de Epidemiología y Enfermedades Infecciosas Kievsky Gromashevsky Instituto de Medicina Veterinaria (Kiev), Centro de Salud Pública del Ministerio de Sanidad de Ucrania (Kiev), Instituto Mechnikov de Microbiología e Inmunología (Kharkiv), Centro de Investigación de la Peste de Ucrania (Odessa) y el Instituto de Investigación de Epidemiología e Higiene de Lvov.

De los 30 laboratorios ucranianos que participaron en el programa militar estadounidense, 11 eran laboratorios del Departamento Central de Epidemiología Sanitaria del Ministerio de Defensa ucraniano que participaron en el seguimiento de la situación biológica, la selección y la transferencia de cepas.

Durante el seguimiento impusieron un estricto control de acceso a los patógenos (PACS).

El Ministerio de Defensa ruso afirmó, además, que las cepas y los biomateriales se recogieron y se transfirieron al Instituto de Investigación Reed del ejército estadounidense. Se trataba de muestras de cepas altamente patógenas de la peste, el ántrax, el cólera, la tularemia, la brucelosis, el virus de Crimea-Congo, hantavirus, virus de la encefalitis transmitida por garrapatas y leptospirosis, así como de 4.000 muestras biomédicas de personal del ejército ucraniano.

Los médicos rusos han examinado a los militares ucranianos que han caído presos y han confirmado que algunos fueron sometidos a experimentos médicos durante años, ya que sus índices de enfermedad están muy por encima de la media normal. “Un tercio de los militares examinados tenía (o está actualmente enfermo) de hepatitis A, más del cuatro por ciento tenía fiebre con síndrome renal, otro veinte por ciento sufría una enfermedad con el exótico nombre de fiebre del Nilo Occidental”.