Comunicado de la Brigada Rubén Ruiz Ibarruri ante las acusaciones vertidas por los diarios ABC y El Confidencial

Ante las acusaciones vertidas por el diario El Confidencial y ABC respecto a la actividad de la llamada Brigada Rubén Ruiz Ibárruri, queremos aclarar, como componentes y simpatizantes de la misma, los siguientes puntos:
– Somos un grupo informal de activistas formado por personas diversas y con distintas sensibilidades políticas, a las que nos une la defensa de los derechos humanos y el antifascismo. Nuestro objetivo ha sido siempre realizar trabajo informativo y solidario desde este marco, y desde ningún otro.
– Desde hace años llevamos denunciando la situación humanitaria de los territorios de Donbass, donde se han violado sistemáticamente los derechos humanos de su población, sin apenas cobertura mediática ni interés político o social en Europa por contarlo. Así lo reportan multitud de informes de diferentes organismos internacionales y los testimonios recogidos durante todos estos años por su población civil. Nos duele la hipocresía, la manipulación informativa y la censura aplicada a personas que llevan ocho años sufriendo la guerra, independientemente de su pasaporte.
– Nuestra intención es dar a conocer un análisis histórico de lo que acontece en Ucrania basado en el estudio crítico de la geografía política, de la historia reciente y de los hechos que, desde 2014, llevamos observando y recopilando, tales como la matanza de la Casa de los Sindicatos de Odessa, la existencia de estructuras nazis en el aparato militar e institucional de Ucrania o la ejecución de crímenes de guerra en el marco de la operación ATO en Donbass, o los movimientos políticos y la represión a la izquierda en el territorio, que no se están narrando en el relato mediático oficial.
– No tenemos vinculación alguna, como sugiere el confidencial, con medios rusos ni con ninguna estructura financiera o política. Somos antiimperialistas, feministas, diversas y antirracistas, y por lo tanto, no podemos ni queremos alinearnos con los intereses de élites, oligarquías y movimientos conservadores o de extrema derecha, vengan del bando que vengan. La independencia ha sido, precisamente, nuestra bandera.
– No tenemos interés en tener publicidad efímera ni voz en los medios mainstream pues llevamos mucho tiempo trabajando desde la base, y así hemos conseguido llevar ayuda a colegios, orfanatos y hospitales, algo muy diferente a solicitar, como hoy vemos, armamento y gasto militar. Lamentablemente creemos que las personas que sufren este conflicto necesitarán de este apoyo durante muchos años más. Nos alegra saber que cada vez son más voces las que estudian y conocen los hechos de esta guerra y mantienen posiciones críticas con quienes alimentan el conflicto y se benefician del mismo.
– Como ciudadanía de un estado miembro de la OTAN, nos sentimos responsables de denunciar sus intervenciones al margen de la legalidad internacional, su papel como ariete de conflictos y guerras destructivas en todo el mundo y por tanto, cuestionamos su vigencia y su utilidad, que solo sirve a los intereses del capital y no a la gente de a pie.
-Nuestra posición crítica con la escalada bélica y el envío de armamento, así como con la responsabilidad de la OTAN en este conflicto, es asimismo compartida con otras muchas voces críticas y se basa en nuestra observación y opinión sobre la situación militar y civil, valorando el riesgo de ese aumento de la violencia y las consecuencias de un futuro desarme descontrolado en manos de elementos de extrema derecha.
– Estamos y estaremos siempre con la clase trabajadora, la población civil víctima de un conflicto que ha usado a Ucrania de peón para un tablero de intereses que pagarán los pueblos de Asia y Europa. Con las gentes de Donbass, que llevan ocho años sufriendo persecución, silencio y asedio, con la población romaní torturada, con la LGTBIQ agredida, con las represaliadas políticas en ambos estados, con las refugiadas que huyen a cada lado de la frontera. No tenemos interés en mezclarnos con individualidades, movimientos ni redes con intereses distintos al lema de “ni guerra entre pueblos, ni paz entre clases”.
– Agradecemos a las diferentes entidades, sean organizaciones políticas, partidos, asociaciones vecinales, grupos musicales, centros sociales o movimientos sociales, que han acogido en sus espacios nuestras actividades informativas y solidarias durante todos estos años.
– Esperamos poder seguir haciéndolo sin que medios como El Confidencial acudan a las mismas para calumniar y difamar a nuestros compañeros y a quienes apoyan o difunden nuestro mensaje. El Confidencial no se identificó como prensa interesada en contactarnos durante ninguno de nuestros actos, y no nos dio margen a responder o a presentar nuestros argumentos, que son tomados de forma colectiva y reflexiva y no a golpe de clickbait. Para este artículo, se nos contactó por facebook, y cuando pedimos las preguntas para responderlas de forma asamblearia, no obtuvimos respuesta. No parece un proceder muy objetivo. Las personas que informan y expresan su opinión en actos como el mencionado, lo hacen poniendo en muchos casos el cuerpo, el tiempo y los recursos, sin nada a cambio y sin otro interés que el de, insistimos, la defensa de los derechos humanos y la justicia.
– Es irresponsable y profundamente contrario a la Etica periodística el poner en el disparadero mediático nombres y espacios, colectivos y de personas, insinuando vínculos políticos o financieros sin base y comprometiendo su seguridad. Desde 2014 los actos y posiciones críticos con la ultraderecha ucraniana han sido objetivo de ataques (como ocurriera en la Complutense en 2014) y no pueden darse en un contexto de libertad y seguridad, por lo que nos parece altamente irresponsable el proceder de estos autores. No obstante, nuestro trabajo, compromiso y disposición nos avalan. Como conocemos el horror de esta larga guerra, no esperamos otra cosa que la paz. Desconocemos si otros puedan decir lo mismo. Seguimos.