– ¿Cómo y por qué decidisteis crear el Comité?
La mayoría de la gente que creamos el Comité éramos personas a los que en muchos casos nos unía amistad personal y en general teníamos cierta afinidad o relación con la realidad del espacio post-soviético; había gente de nacionalidad rusa, descendientes de niños de la guerra del 36 que se exiliaron a la Unión Soviética, personas interesadas en la realidad de los países eslavos, también comunistas a los que como es lógico siempre les había suscitado un especial interés el proceso socialista soviético iniciado en 1917 con la revolución rusa y en general personas con fuerte conciencia antifascista e internacionalista. Por esta razón seguíamos con atención los acontecimientos iniciados en Ucrania a finales del 2013 con el Euromaidan y más todavía si cabe después del golpe de Estado de febrero de 2014. Finalmente, con la cristalización de la respuesta popular contra el golpe de Estado que se dio básicamente en el Este de Ucrania y con los procesos de autodeterminación que darían lugar a las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, hablamos entre nosotros y nos pusimos manos a la obra para crear el Comité.
– ¿Realizáis algún evento, actos… para que la gente se pueda solidarizar con el Donbass?
Desde que creamos el Comité, nuestra principal actividad ha sido realizar charlas para dar a conocer la realidad del Donbass. En estos 8 años, en los periodos en los que la guerra del Donbass ha estado presente en los medios de comunicación es cierto que se nota que la gente tiene más interés y nos llaman desde más sitios para dar charlas, especialmente eso ha sido así en los años 2014 y 2015 (en los inicios del conflicto y cuando más intenso era) y ahora con la nueva fase en la que ha entrado la guerra con la operación militar rusa en Ucrania.
Otra de las actividades que hemos hecho ha sido la recogida de ayuda humanitaria para enviar al Donbass. Durante años hemos estado enviando allí material médico, ropa, material escolar… No ha sido poco el material enviado. Ahora, desgraciadamente y por cuestiones ajenas a nuestra voluntad, ya no nos es posible enviar material humanitario por nuestra cuenta, aunque estamos barajando la posibilidad de hacerlo por otras vías.
Si la gente quiere solidarizarse con el Donbass, por nuestra parte les recomendamos que sigan nuestras redes sociales o visiten nuestra web y allí podrán encontrar todo lo relativo a nuestra actividad.
-¿Qué trato ha recibido el comité por parte del pueblo vasco?
El trato recibido en general ha sido bueno. No hemos tenido ningún conflicto a destacar con nadie, a parte de los típicos trolls en redes sociales y de alguna ocasión en la que nos han arrancado propaganda que habíamos colocado en las calles, pero son más bien casos anecdóticos.
Como es lógico, en una organización política como la nuestra lo que queremos es crecer y nos gustaría que la gente en Euskal Herria se hubiera concienciado más con el tema del Donbass en estos 8 años, pero es una realidad que la sociedad ya no esta tan politizada como hace unas décadas. Pero bueno, nosotros no tenemos posibilidad de hacer encuestas sociológicas que nos digan cual es el grado de simpatía en Euskal Herria hacia el Donbass y saber si la gente conoce a nuestro Comité. Con el tema de las charlas, en el 70% de ellas hemos llenado los locales en donde las hemos hecho, hemos recabado mucha ayuda humanitaria por parte de la gente, cada vez más gente visita nuestra web y nos sigue en redes sociales…bueno, el trabajo ahí esta.
– ¿Tenéis algún contacto en España o en otros países con otros comités de solidaridad con el Donbass?
Sí, claro, siempre tratamos de mantener contacto con todas las organizaciones que se solidarizan con el Donbass. Con algunas son más fluidas que con otras, tenemos relación más activa por ejemplo con la Caravana Antifascista de Banda Bassotti, con el Comité Aragón-Donbass y con la Brigada Rubén Ruiz Ibarruri.
– ¿Mantenéis relaciones con partidos u organizaciones de las Repúblicas Populares del Donbass?
Oficialmente no, pero sí tenemos relación con personas de allí.
-Ahora nos vamos a centrar en el conflicto de Ucrania. Pero, no se puede entender la situación actual sin comprender el golpe fascista proeuropeo que fue el Euromaidán. ¿Por qué se dio el Euromaidán?
El Euromaidán se puede considerar que fue el exponente más radical (con la participación y apoyo de relevantes políticos extranjeros y el uso abierto de la violencia) de las llamadas Revoluciones de Colores, que auspiciadas e impulsadas por los servicios secretos norteamericanos y otros agentes como las fundaciones del magnate George Soros, ocurrieron en varios países del espacio post-soviético desde el inicio del milenio. Estas “revoluciones” buscaban alejar a esos países de la influencia rusa, y para ello se presentaban ante la opinión pública internacional como movimientos que buscaban democratizar sus regímenes, pero que en la práctica solo se trataron de procesos políticos cuyo objetivo era llevar al poder a gobiernos que integraran esos Estados a la esfera de influencia Occidental. En el caso del Euromaidan esto fue evidente, quedó claro con la actuación de políticos occidentales ante el movimiento –se dejaron ver junto a líderes de ese movimiento-, o incluso con el corte de conversación filtrado a la responsable de diplomacia para Europa de EEUU, Victoria Nuland, quien decías que ellos, EEUU, iban a designar el nuevo Gobierno.
En concreto, el Euromaidán se produjo a finales de 2013, cuando el gobierno de Ucrania rechazo un tratado económico con la Unión Europea (que suponía un duro golpe a la economía ucraniana) por otro que le ofrecía Rusia con mejores condiciones. Esto provocó el inicio de una serie de pequeñas movilizaciones pro-europeístas, que posteriormente alimentados por la mala gestión y la represión policial, además de por la actividad de agentes externos e internos pro-occidentales, fueron aumentando enormemente en el número de participantes como pudo verse en las televisiones. En parte, las movilizaciones, aparte del componente pro-europeísta, tuvieron un cariz antioligárquico y anti-corrupción pero la realidad es que tras el Golpe de Estado de febrero la corrupción no solo no acabó sino que aumentó y que los oligarcas acapararon aún más poder, sin olvidar el papel preponderante que tuvieron las milicias fascistas en el derrocamiento del presidente Yanukovich. Este papel preponderante explica el poder que actualmente los grupos, milicias e individuos de ideología fascista tienen en el Estado ucraniano desde 2014.
-¿Cuáles fueron las causas que empujaron a los ciudadanos del Donbass a proclamar las Repúblicas Populares de Donetsk y de Lugansk?
El detonante final que desemboco en los referéndums se puede situar en la masacre de la Casa de los Sindicatos de Odessa del 2 de mayo de 2014, donde decenas de izquierdistas antiMaidan fueron linchados y quemados vivos por una turba dirigida por fascistas, y en el bombardeo por parte del ejercito ucraniano de la ciudad de Slaviansk siete días más tarde.
Sin embargo, estos dos acontecimientos no se pueden tomar como únicos motivos de la proclamación de las Repúblicas. El golpe de Estado de febrero de 2014 supuso el inicio de la persecución del idioma ruso y por extensión de los rusófonos, la criminalización de todo lo que tuviera que ver con el comunismo (se comenzó a perseguir a los comunistas, se derribaron muchos monumentos de Lenin, se negaba el legado soviético…), la rehabilitación de figuras históricas que habían colaborado con los nazis en la II Guerra Mundial… todo esto fue un caldo de cultivo para el levantamiento popular en el Donbass y la posterior proclamación de las Repúblicas. Hay que tener en cuenta que Donbass y el resto del Sur-Este de Ucrania se incorporó a Ucrania debido a la Revolución de Octubre y la URSS; que la población de estas zonas se incorporó a la identidad ucraniana en un contexto soviético y que sociológicamente son zonas muy industriales y obreras, por tanto son zonas con mucho apego a los valores de la URSS. Las decisiones del Gobierno resultante del Maidan alienaron de la identiad ucraniana a estas zonas.
-Los medios de comunicación han lavado la cara constantemente a los nazis ucranianos, pero me sorprende enormemente que también lo hagan ciertos grupúsculos comunistas defendiendo la máxima “los nazis son minoría en Ucrania”. En este sentido ¿Existe fascismo en Ucrania? Y si es así ¿Qué influencia tiene en la política del país?
Esta es una pregunta que nos hacen muchas veces en entrevistas y en las charlas que damos. Desde el golpe de 2014 (en los que las organizaciones fascistas tuvieron un papel protagonista) el Estado ucraniano ha asumido buena parte (si no toda) del discurso y del imaginario de la extrema derecha, el Partido Comunista de Ucrania y otras organizaciones de izquierdas y opositoras (consideradas pro-rusas) están ilegalizadas, las ideas y simbología comunistas perseguidas y castigadas con penas de cárcel, los batallones paramilitares de extrema derecha que combatían en Donbass han sido integradas en el Ministerio de Interior, las bandas fascistas gozan de impunidad en las calles y apenas sufren castigos penales por sus crímenes contra minorías étnicas y opositores… y un largo etcétera de situaciones que evidencian que la extrema derecha está muy presente en la actividad política en Ucrania. Sin embargo hay que matizar un poco y es que los partidos políticos de extrema derecha son extraparlamentarios en Ucrania, esto es, no tienen representación en la Rada (Parlamento) aunque hay que decir que no son pocos los políticos neofascistas que están integrados como “independientes” en los partidos políticos digamos que democrático-liberales y en algunos casos son parlamentarios.
Ahora bien no podemos decir que Ucrania es un III Reich pero lo dicho, la extrema derecha tiene mucho poder en las estructuras del Estado. Queremos aclarar una cosa, ya que hemos oído y leído –y a veces nos han interpelado con- este argumento: “si en Ucrania los fascistas apenas tienen votos, ergo son poco numerosos, son un fenómeno marginal; y sobrevalorarlos es propaganda rusa”. Sin embargo el poder de una clase, un sector social, no se mide sólo en votos, sino que hay que examinar el grado de penetración, influencia, etcétera en el aparato –tanto coercitivo como ideológico- del Estado. Nos sorprende que el citado argumento lo utilicen algunos izquierdistas, comunistas o independentistas en el Estado español: en estos círculos se ha tratado al Estado español como “Estado franquista”, “sucesor del franquismo”, etcétera; cuando electoralmente no ha habido un partido de extrema derecha importante hasta que salió Vox en 2017. Pero entonces nos dicen “ya, pero el aparato policial, judicial, las familias influyentes…”. De acuerdo, pues si se aplica este análisis de los “aparatos del Estado” para determinar la influencia del franquismo en la España actual, no es comprensible por qué esta misma gente descarta este análisis y se reduce a la “cantidad de votos” cuando se habla de la Ucrania post-Maidan.
-La guerra en Ucrania que empezó con el golpe fascista del Euromaidán ha entrado en nuevo escenario con la entrada de Rusia y ahora parece que los gobiernos de occidente apoyan a Ucrania, pero se olvida lo que ha sufrido el Donbass. ¿Qué es lo que han tenido que soportar y resistir los ciudadanos del Donbass?
Antes de la firma de los Acuerdos de Minsk (enero-febrero de 2015) los crímenes de guerra del ejército ucraniano contra la población del Donbass fueron constantes con bombardeos contra zonas civiles, ejecuciones de civiles y torturas sistemáticas. Después de la firma de los Acuerdos (que Ucrania nunca ha cumplido) la situación cambio un poco y el números de victimas bajo bastante, pero los ataques han proseguido desde entonces con bombardeo sistemático de poblaciones cercanas a la línea del frente (entre ellas las ciudades de Donetsk y Gorlovka), con el consiguiente goteo incesante de víctimas civiles y de defensores de las Milicias Populares, bombardeos y sabotajes contra infraestructura civil, cortes de agua, negativa del gobierno ucraniano de pagar las pensiones a los ciudadanos de las Repúblicas, represión en las zonas del Donbass ocupadas por el ejército ucraniano…y podríamos seguir. Pero lo más importante es el miedo de la población del Donbass a sufrir un recrudecimiento o una escalada de la guerra con la constante amenaza del ejército ucraniano de lanzar una ofensiva total en la zona.
– ¿Por qué ha entrado Rusia en Ucrania?
Sabemos los motivos que ha esgrimido Rusia para lanzar la operación militar contra Ucrania, habrá quien se la crea y quien no lo haga. Nosotros solo sabemos eso. Es el gobierno ruso el responsable de haber lanzado la operación militar, por lo tanto sólo el Kremlin sabe los motivos.
Dicho esto hay varias cuestiones que nos pueden dar una idea del porqué. Por un lado Ucrania se había convertido de facto (no oficialmente) en un país de la OTAN a las puertas mismas de Rusia, que abría la posibilidad a que la Alianza Atlántica colocara misiles que en pocos minutos podrían alcanzar Moscú. A este respecto hay que decir que en una reunión ante mandatarios internacionales, el 19 de febrero en Múnich, Zelenski declaró la intención de poseer armas nucleares tácticas.
También está la cuestión de los laboratorios biológicos de financiación estadounidense que operaban en Ucrania y que se podrían utilizar en una guerra bacteriológica contra Rusia.
Por otro lado, varias señales daban a entender que Rusia declaraba el Pacto de Minsk como muerto. Si bien en una carta de respuesta enviada a los Estados Unidos el 17 de febrero –sobre las maniobras y la posible distensión- Rusia, además de repetir sus exigencias en torno a la OTAN se refería a la guerra civil ucraniana como algo que podía tener una salida en los Pactos de Minsk, el 21 de febrero, el día del reconocimiento de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk por parte de Rusia, el jefe del gabinete del Kremlin, Dmitri Kozak, dijo que Occidente había exigido cambios en el formato del pacto. ¿Fue entre esos días cuando el Pacto se dio por muerto por parte de Rusia?
Y está la cuestión denunciada por las Milicia Popular de la República Popular de Donetsk (RPD) de que el ejército ucraniano tenía previsto iniciar el 22 de marzo una ofensiva para tomar el Donbass. La pregunta que toca hacerse es ¿por qué actúa ahora abiertamente Rusia en defensa del Donbass y no lo hizo en 2014-2015 cuando los crímenes de guerra contra la población por parte del ejército ucraniano eran evidentes? Es cierto que para comienzos de 2022 el ejército ucraniano estaba más preparado y pertrechado que en 2014 y sobre todo, algo de lo que parece nadie se acuerda, que desde el pasado 17 de febrero Ucrania aumentó muy considerablemente el número de ataques contra las Repúblicas. ¿Una antesala a una ofensiva total? Es difícil saberlo.
¿El ataque contra Ucrania pudiera tratarse de una advertencia, un golpe encima de la mesa, de Rusia a la OTAN para advertirle que va muy en serio en la defensa de su soberanía? Esta es la primera vez que Rusia actúa proactivamente, en lugar de reactivamente (como en Georgia en 2008 o en la reciente crisis de Siria), por tanto es algo que puede anunciar cambios en la geopolítica y en las relaciones internacionales. No olvidemos que la OTAN tiene prácticamente rodeada a Rusia y que las potencias occidentales-imperialistas ansían controlar los vastos recursos naturales de los que dispone Rusia, algo que la política nacionalista del Kremlin lo impide.
-Ligado con la pregunta anterior, seguramente conoceréis el análisis de algunos comunistas de que esta guerra ha comenzado debido al choque entre potencias imperialistas, esto es, por la contradicción interimperialista. ¿Compartís este análisis?
No, no lo compartimos para nada. Haciendo una análisis del imperialismo desde la perspectiva de las argumentaciones esgrimidas en su día por Lenin, y que tienen total vigencia, no se sostienen las teorías que afirman que Rusia es imperialista. Y no porque Rusia no sea capitalista, que lo es, sino porque no cumple con ninguna de las características que definen a un país como imperialista. Para no extendernos más en esta cuestión vamos a recomendar a las personas que nos lean una serie de artículos clarificadores sobre el tema, publicados en los últimos años:
– Iniciativa Comunista: «La OTAN, Rusia y el fetiche del inter-imperialismo». https://iniciativacomunista.org/…/la-otan-rusia-y-el…/
– Stansfield Smith: «Se dice que Rusia es imperialista». https://www.lahaine.org/mundo.php/ies-rusia-imperialista
– Robert Montgomery y Davey Heller: «Dejando las cosas claras sobre Ucrania, Rusia y el imperialismo». https://tmb1917.blogspot.com/…/dejando-las-coasa-claras…
– Red Planeta: «Rusia y el anti-imperialismo». https://youtu.be/r1-FDg5KPcY
– Asier Blas: «Rusia y la rusofobia». https://youtu.be/i3fuhwgvLIc
– ¿Es verdad que Rusia pretende anexionar Ucrania?
A priori no lo parece. No contemplamos esa posibilidad.
– ¿Cuáles son los intereses de la OTAN en este conflicto?
Ya lo hemos dicho más arriba, la OTAN es el instrumento de las potencias occidentales-imperialistas para controlar los vastos recursos naturales de los que dispone Rusia. No hay que olvidar que en la OTAN están los elementos más halcones e la política exterior estadounidense y occidental, por tanto ahí la doctrina Brzezinski, de aislar y si es posible reventar a Rusia está vigente, más que en otros organismos. Tampoco olvidamos que desde el ataque a Yugoslavia en 1999 la OTAN no es una alianza defensiva.
Creemos que actualmente la OTAN pretende alargar la guerra lo más posible. La OTAN no se “ensuciará” en esa guerra, pero armará a Ucrania y le proveerá la inteligencia necesaria –y de paso tomará información sobre el desempeño ruso en la guerra- para prolongar la guerra y procurar que Rusia se empantane en la misma; porque sabe que cuanto más se alargue la guerra más desgastará a las tropas rusas, más dañada será la imagen de Rusia -por las posibles bajas- y más durarán las sanciones, que al fin y al cabo, aíslan a Rusia de Europa.
– ¿Cómo creéis que acabará esta guerra?
Uff…no somos adivinos o futurólogos. Éramos de los que pensábamos que Rusia no atacaría Ucrania y nos equivocamos.
Las ultimas noticias que tenemos son que Ucrania estaría dispuesta a renunciar a integrarse a la OTAN y a aceptar su neutralidad y que Rusia ha recibido positivamente esa noticia. Tras ese anuncio parece que las tropas rusas van a centrarse ahora en el frente Este, el del Donbass. Si esto sigue así, la superioridad del ejército ruso, junto a las Milicias Populares de las Repúblicas del Donbass, puede que consiga la liberación total de los territorios de Lugansk y Donetsk todavía en manos del ejército ucraniano. Luego quedaría la cuestión del estatus del Donbass: ¿Serán independientes? ¿Seguirá Rusia reconociendo la independencia de la República Popular de Lugansk y de la República Popular de Lugansk? ¿Volverán a Ucrania pero con autonomía? ¿Se integraran en la Federación Rusa?
Veremos.
– ¿Cuál es el posicionamiento que debería adoptar todo comunista consecuente en este conflicto?
La respuesta es complicada. Nosotros no somos una organización comunista aunque reivindicamos el socialismo, pero sin profundizar mucho en el tema y sin entrar en los debates que se dan en el movimiento comunista. Por lo tanto, dar lecciones…las justas.
Los comunistas tienen un proyecto: el socialismo. Y el socialismo defiende los intereses de la clase trabajadora y esos intereses no los defiende evidentemente el gobierno ruso. Ahora bien, la defensa de la soberanía de las naciones y el antimperialismo debería de ser uno de los ejes en los que pivotara una auténtica alternativa comunista al capitalismo. Esto supone el tener que hacer una denuncia contundente del imperialismo y del papel que juega la OTAN en el tablero internacional.