*Pascual Serrano / Sputnik News (mundo.sputniknews.com)
Ya sucedió en otros conflictos, donde los medios nos decían quiénes eran los buenos y los malos. Ahora, en Ucrania, los medios españoles nos presentan como héroes históricos a militares nazis, como exiliados a milicianos fascistas, como venerables ancianas a sus bases civiles y como defensores de derechos humanos a los financiados por EEUU.
Tal y como sucedió con los prolegómenos de otras intervenciones de la OTAN, donde los medios nos iban condicionando para considerar a unos buenos y a otros malos, está sucediendo en la crisis de Ucrania.
Antes pasó en Siria, donde terroristas islamistas fueron presentados como rebeldes; también en Afganistán, donde los islamistas fueron primero valientes muyahidines que combatían al soviético invasor para acabar convertidos en terroristas cuando le interesó a Estados Unidos.
También lo vimos en Hong Kong, donde los opositores contra China eran los prodemocracia, pero que no se quejaban cuando eran colonia del Reino Unido; lo vimos en Irak, donde los kurdos eran buenos porque eran enemigos de Sadam Huseín, pero en Turquía son considerados malos y terroristas porque se enfrentan al Gobierno de un país perteneciente a la OTAN…
Neonazis de los nuestros en ‘El Mundo’
Ahora en Ucrania los nazis se han convertido en unos de los nuestros. El diario El Mundo sale a buscar ucranianos en España que estén muy enfadados con Rusia y termina encontrando una ‘guerrilla’ ucraniana: La que planta cara a Putin desde Madrid: «Si hay guerra, iremos a luchar».
Hacen un reportaje a dos páginas que comienza con Ivan Vovk, el presidente de la Asociación de Patriotas Ucranianos en España: «Si hay una movilización general para luchar contra Rusia, ¿cómo me voy a quedar aquí? No puedo defender el patriotismo ucraniano sólo de boquilla: iré a la guerra junto a mis hijos».
Vovk, dice El Mundo, lidera una guerrilla cívica en España, la resistencia ucraniana en Madrid: «No tengo miedo a la guerra, estamos acostumbrados».
La periodista rusa Ina Afinogenova nos revela que Vovk es también jefe de la organización creada para promover «la gloria de la 14 División de Granaderos Galychyna», una división procedente de las SS nazi y nutrida de voluntarios ucranianos desde el comienzo del conflicto en el este, creada para luchar contra la Unión Soviética.
Tras la denuncia de Afinogenova, Vovk bloqueó su página de Facebook donde aparecía esa información. Sin embargo, la periodista rusa pudo obtener algunas fotos de Vovk bastante elocuentes de su afiliación nazi.
También con la Falange
Desde el centro de estudios Cinved, dedicado al análisis, estudio e investigación de la extrema derecha en general y española en particular, difundieron fotos de Vovk en actos fascistas en España, participando en actividades de la Falange y de la División Azul y boicoteando conferencias en la Universidad Complutense.
Vovk es, desde la revuelta de Euromaidán, presidente de la Asociación Patriótica de Ucrania en España y representante del partido Svoboda, el partido ultraderechista que menosprecia a judíos, gays y comunistas y que llegaron a ocupar varios cargos en el gobierno de Kiev.
A puñetazos con el director de la televisión ucraniana
Miembros del partido de Vovk fueron los que golpearon a puñetazos al director de la cadena de televisión ucraniana NTU, Alexánder Panteleimónov, por haber emitido un discurso del presidente ruso, Vladímir Putin.
El partido Svoboda es una de las organizaciones proclamadas como sucesoras de Stepán Bandera, el político considerado el mayor aliado de la Alemania nazi en Ucrania. El politólogo Vicent Navarro los considera abiertamente nazis. A nivel europeo forman parte como observadores de la Alianza Europea de Movimientos Nacionales, donde se encuentran los partidos ultraderechistas y neonazis europeos.
Tras la Masacre de Odesa, en donde 42 opositores federalistas y comunistas murieron tras el incendio de la Casa de los Sindicatos provocado por ultranacionalistas, la diputada de la Rada Suprema por Svoboda, Irina Farion, expresó: Bravo, Odesa. (…) Que los demonios se quemen en el infierno.
Agradecidos con el diario ‘El Mundo’
El tono del reportaje de El Mundo fue tan parcial que los propios entrevistados, desde una de sus páginas web, afirmaron: «Agradecemos a los medios de comunicación de España y, especialmente, a El Mundo, por ayudarnos, a través de la prensa española, en nuestra lucha por la libertad y soberanía de Ucrania».
Se estima que en España hay en torno a 100.000 ucranianos, pero los medios españoles solo encuentran neonazis para hablar del conflicto con Rusia. El 27 de enero Eldiario publicó un reportaje con ucranianos residentes en España.
Entre los testimonios que se recogen está el de «Sonia, hija de un emigrante ucraniano»:
Una vida normal para Ucrania es por lo que luchó Teodoro Barabash hace un siglo. Su hija, Sonia, le recuerda con admiración y cariño. Ella es española porque su padre emigró hace 75 años, «tras luchar contra la URSS por la independencia de Ucrania».
«Siempre llevó a Ucrania en su corazón y siempre persiguió la idea de una Ucrania libre y democrática», recuerda Sonia, que ha heredado de su padre el interés por su país.
Un nazi en la España de Franco
De nuevo la periodista Inna Afinogenova nos explica quién era ese Teodoro Barabash que luchaba contra la URSS hace 75 años persiguiendo «la idea de una Ucrania libre y democrática»: “Teodoro Barabash, un colaboracionista nazi de la 14 División de Granaderos Waffen-SS».
La propia web de ucranianos en España Inform Napalm, que ya participaron en el reportaje de El Mundo, señalan que Barabash fue oficial de la división Galitzina, que es la misma que la 14 División de Granaderos SS que cita la periodista rusa.
Esto es lo que sucede si los ucranianos que buscas son los de «la comunidad ucraniana en España, que echó sus raíces en la década de 1940-1950, cuando el primer grupo de estudiantes emigró en busca de un futuro mejor, muchos de ellos escapando de la URSS», como anunciaban al inicio del reportaje.
Exiliados en España que huyen de la derrota nazi
En realidad, no era muy difícil deducir que los ucranianos que vienen al único país con un gobierno afín a Hitler después de que el nazismo fuera derrotado en la Unión Soviética, de donde ellos proceden, solo pueden tener un perfil ideológico. En la depauperada España de los cincuenta, sin ni siquiera Plan Marshall de desarrollo, no había atracción económica para ningún emigrante, solo política para los fascistas.
Los editores de El diario reconocieron posteriormente la inoportuna alabanza del nazi, eliminaron ese testimonio del reportaje y así lo informaron en Twitter.
En Televisión Española
El 9 de febrero, el informativo de TVE1, la televisión pública española, sacaba este reportaje, desde Ucrania, donde se presentan unas inofensivas ancianas tejiendo redes de camuflaje para los blindados del Ejército ucraniano. El periodista español las califica en su tuit de «chicas de oro del Ejército de Ucrania«, rememorando una antigua serie de televisión norteamericana protagonizada por unas adorables señoras de edad avanzada.
«Valentina dice que están orgullosas de ayudar a su Ejército porque les defienden de los separatistas respaldados por el Kremlin», afirma el periodista. Y continúa con declaraciones de Valentina: «Un ucraniano que se sienta ucraniano debe hacer algo por la victoria».
Ancianas costureras de las milicias nazis
Pues bien, si se observan las banderas y estandartes que hay en el local de Valentina se comprobará que se trata del escudo del Batallón Azov, un grupo paramilitar neonazi. Su escudo tiene un enorme parecido al símbolo identificativo con la runa Wolfsangel utilizada por la 2ª División Panzer SS Das Reich del Ejército de Hitler.
En 2014, una televisión noruega grabó a varios milicianos de este batallón con cascos con símbolos nazis. En 2019, 40 congresistas norteamericanos pidieron en una carta al secretario de Estado que ese grupo fuera incluido en la Lista de Terroristas Extranjeros.
Nada de esto le pareció significativo al equipo de televisión española, que solo veía debajo de esos estandartes a unas viejecitas tejiendo ropa.
Lo que pensaron en Rusia de Televisión Española
El asunto no pasó desapercibido en Rusia. El periódico Nuestro Donbás titulaba «Vergüenza sin límites. Telediarios TVE se ha manchado las manos con el nazismo ucraniano». En el artículo se señalaba que «periodistas de televisión española llegaron a Ucrania, a Járkov, para convencer a los espectadores del ataque de Putin, y terminaron filmando los símbolos nazis de Azov».
El medio ruso también difundía unas fotos de los periodistas españoles posando y realizando con sus manos el símbolo denominado tridente nazi, que es utilizado por las organizaciones de extrema derecha ucranianas.
El escándalo circuló también por VK, la mayor red social de Rusia.
Ahora Abu Ghraib es de Putin
Por último, tenemos unos amplios reportajes del diario Público. Uno de ellos lo titulan La prisión secreta del Donetsk, el espeluznante ‘Abu Ghraib’ de Putin . Lo primero que llama la atención es que la prisión de Abu Ghraib la montaron en Irak en 2003 los Estados Unidos, que dicen que ahora van a liberar a Ucrania. El titular viene a decir que Putin es tan malo que ha hecho una prisión tan terrible como la que hicieron los estadounidenses en Irak.
También informan en un subtítulo que «Público divulga por primera vez en nuestro país imágenes de las mazmorras de Izolyatsia», pero hace 10 meses ya estaban desde Ucrania aireando las mismas fotografías. Puse una búsqueda de las imágenes en Google y se han estado publicado durante el último año en unos sesenta sitios de internet de diferentes países. En todos ellos citando a Putin como responsable.
Con el apoyo de la embajada de Estados Unidos en Ucrania
Una de las fuentes de Público es Oleksandra Matvichuk, responsable del Centro para las Libertades Civiles. Compruebo que esa mujer ya aparece en 2016 en un portal de la Oficina de Asuntos Públicos Mundiales del Departamento de Estado de los Estados Unidos, y hasta en español, imagino que también en muchos más idiomas. Veamos ahora el Centro para las Libertades Civiles. Tiene una versión de su página en ucraniano y otra en inglés. Curiosamente en la que está inglés hay un texto abajo a la derecha que no se ha traducido, es lo siguiente
ЗДІЙСНЕНО В РАМКАХ ПРОЕКТУ ЗА ПІДТРИМКИ ВІДДІЛУ ПРЕСИ, ОСВІТИ ТА КУЛЬТУРИ ПОСОЛЬСТВА США
В УКРАЇНІ.
В УКРАЇНІ.
Traducido a español es esto:
IMPLEMENTADO DENTRO DEL PROYECTO CON EL APOYO DEL DEPARTAMENTO DE PRENSA, EDUCACIÓN Y CULTURA DE LA EMBAJADA DE EEUU EN UCRANIA.
En conclusión, los medios españoles presentan como un reportaje fotográfico inédito de una prisión de Putin unas fotos que llevan un año publicándose en diferentes medios proporcionadas por una asociación desarrollada y financiada por el Gobierno de Estados Unidos.
Que en unos momentos de máxima tensión entre EEUU y Rusia, la prensa recurra a denunciar las violaciones de derechos humanos de una de las partes mediante las denuncias de una ONG financiada por la otra, da idea de cómo ha quedado el periodismo y de cómo nos están informando en España.
La historia al servicio de un bando
Me temo que podríamos encontrar muchos más ejemplos, pero esto puede ser suficiente para comprender hasta qué punto los medios de comunicación en España, y suponemos que en el resto del mundo donde sus gobiernos se sitúen en la órbita de Estados Unidos, pueden retorcer la realidad, la historia, la trayectoria de sus personajes para ponerse al servicio de uno de los bandos en conflicto.
El resultado son históricos neonazis convertidos en luchadores para la libertad y la democracia, bases civiles de milicias fascistas presentadas como cándidas ancianas, y organizaciones de derechos humanos que cobran por adjudicarle a Putin las prisiones de tortura que Estados Unidos creó en Irak.