* Inna Afinogenova
Este es un pequeño recordatorio de que llevamos meses sometidos al bombardeo mediático casi diario sobre el “inminente ataque” de Rusia contra Ucrania.
Más concretamente, desde el mes de abril…con algunos ceses temporales, pero intensificado en los últimos dos meses.
Todos los días, fuentes anónimas de distintos servicios de inteligencia nos advierten de que sucederá en verano… ah, no, en enero…ah, no, en febrero…ah, no, lo más probable es que en primavera, porque el invierno está suave…ah, no, finalmente en cualquier momento, ya mismo podría suceder.
Todos los días, nos están empujando hacia una guerra que no existe y que no ha estado sobre la mesa, al menos en el país que se percibe por la absoluta mayoría de los medios (y la absoluta mayoría de ustedes…sí, de todos ustedes) como agresor. ¿Por qué estarán haciéndolo? Pues básicamente porque desde aquí se les dijo que vale ya. Vale ya con sus bases, sus consultores militares, sus ejercicios conjuntos con ensayos nucleares, vale ya de esto a 5 minutos de aquí. ¿Qué no van a parar? Bueno, vamos a ver entonces qué hacemos.
30 años andan pidiéndoles que no instalen sus misiles y sus bases delante de su puta nariz y 30 años les dicen sonriendo que no pasa nada, no es con ustedes.
Pero tengo que leer, todos los santos días, que el agresor es el que dijo “vale ya, si no se detienen aquí, vamos a ver qué hacemos”.
Y vendrán, como siempre, a darnos lecciones de democracia, aquellos que nunca la han respetado cuando no les ha convenido (y de eso en Latinoamérica saben un montón).
Lecciones de soberanía aquellos que no se quedan tranquilos si no acaban una legislatura sin invadir un par de países y hacer un par de asesinatos extrajudiciales con drones fuera de sus fronteras.
Y mientras, seguirán amenazando y avanzando de forma agresiva, porque la OTAN, por más que digan sus estatutos, no es una organización “defensiva”. La OTAN es una organización militar que supone una amenaza si tiene sus misiles apuntando a tu territorio, misiles estadounidenses a 6000 kilómetros de EE.UU. por una amenaza que nunca existió hasta que ellos no la crearon con sus provocaciones.
Y habrá guerra. Al final, habrá guerra, morirá gente y la pagaremos todos nosotros, especialmente los que vivimos en este país y cerca de él.
Porque ellos nunca llevan la guerra cerca de sus fronteras, eso sí lo saben hacer bien. Siempre juegan sus partidas bien lejos, para que no les salpique demasiado.
Y todo esto podía haberse evitado hace mucho con un gesto de buena voluntad. Parece que no va a ser posible. Todo son amenazas y avances disparatados en pos de no se sabe muy bien qué, de ganar no sabemos bien qué competición, ellos sabrán.