En medio de crecientes tensiones por los rumores extendidos entre los países occidentales sobre una supuesta intención de Rusia de invadir Ucrania, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia denuncia que Ucrania ha desplegado mas de 100.000 soldados y grandes cantidades de hardware en la región de un Donbass devastado por la guerra. La portavoz diplomática rusa Maria Zakharova afirmó ayer (1 de diciembre) que «las Fuerzas Armadas de Ucrania están aumentando [su] fuerza militar, arrastrando equipo pesado y personal».
“Según algunos informes, el número de tropas en la zona de conflicto ya alcanza los 125.000 militares y esto, si alguien no lo sabe, es la mitad de la composición total de las Fuerzas Armadas de Ucrania”, dijo Zakharova quien también condenó al presidente ucraniano Volodymyr Zelensky por presentar un proyecto de ley al parlamento nacional (Rada) que permitiría que unidades de fuerzas armadas extranjeras ingresen al país como parte de ejercicios multinacionales el próximo año. Según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia tal medida contradice directamente el acuerdo de Minsk, firmado en 2014 en un intento por poner fin a los combates entre las fuerzas de Kiev y las tropas de las repúblicas del Donbass.
La denuncia del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia se produce en medio de las preocupaciones del Kremlin en torno al supuesto despliegue de misiles antitanques estadounidenses en la región cercana a las fronteras de Rusia.
A finales de noviembre, el jefe del servicio de inteligencia militar de Ucrania, Kirill Budanov, afirmo que las tropas de Kiev habían probado sistemas avanzados Javelin fabricados en Estados Unidos y que se habían desplegado en Donbass.
Unas horas más tarde, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, declaró que se trataba de un acontecimiento preocupante que aumentaba las perspectivas de un conflicto en toda regla en la región. «En las últimas semanas, hemos visto una corriente de conciencia por parte de los líderes ucranianos, especialmente en lo que respecta al ejército, que está excesivamente inflamada y peligrosa», dijo.
Sin embargo, el homólogo ucraniano de Lavrov, Dmitry Kuleba, negó todas las afirmaciones de que las tropas de su país pronto podrían lanzar una ofensiva allí y dijo que los funcionarios de Kiev estaban «comprometidos a encontrar una solución política y diplomática al conflicto». Estas declaraciones del ministro ucraniano se producían mientras continúan los ataques del ejercito ucraniano contra las repúblicas.
Kuleba acusó a Rusia de aumentar la «intensidad de la desinformación, incluidas acusaciones falsas de que Ucrania supuestamente se está preparando para un ataque militar en el Donbass».
Moscú insiste en que, para implementar el acuerdo de Minsk, Kiev debe mantener conversaciones con los líderes de las repúblicas populares de Donetsk (RPD) y Lugansk (RPL)
Sin embargo, Zelensky se ha negado a comenzar las negociaciones, insistiendo en que los combatientes están respaldados por Rusia y pidiendo al presidente Vladimir Putin que se reúna con él en la región.