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El Servicio de Seguridad de Ucrania llevó a cabo un registro en la sede de la corresponsalía de RIA Novosti Ukraina en Kiev y en las casas de los representantes de la agencia. Antón Lisitsin, columnista de Sputnik, cuenta cómo la persecución de los periodistas por parte de las autoridades ucranianas se ha convertido en algo común en este país.
El jefe del portal RIA Novosti Ukraina, Kiril Vishinski, acusado de alta traición y de haber apoyado a las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk (RPD y RPL), fue arrestado el 15 de mayo por el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU, por sus siglas en ucraniano).
Además, fueron registrados los domicilios de la corresponsal de RIA Novosti Ukraina, Liudmila Lisenko, y del responsable de la delegación de la agencia en este país, Andréi Borodín.
Mientras tanto, no es el primer caso de persecución a los medios en Ucrania. Antón Lisitsin ha reunido información acerca de varios periodistas afectados por las represiones en Ucrania.
Vasili Muravitski
Detenido en agosto de 2017 por el SBU en el hospital ante los ojos de su esposa que estaba amamantando a su hijo. El periodista fue acusado de «alta traición» por «publicar sus artículos en seis sitios web administrados desde Rusia». En el SBU afirmaron que Muravitski «preparaba y difundía materiales antiucranianos».
Dmitri Vasilets y Evgueni Timonin
En septiembre de 2017, el tribunal los sentenció a nueve años de prisión. Timonin y Vasilets fueron detenidos por cargos de separatismo en 2015. Como evidencia, se mencionó que ambos promovían un canal de YouTube que se podía ver en el territorio de las autoproclamadas repúblicas de Donbás.
En febrero de 2018, después de la apelación, el tribunal de Kiev anuló el veredicto de culpabilidad y ordenó cambiar la medida por el arresto domiciliario.
Ígor Guzhva
El editor principal del medio Strana.ua se vio obligado a abandonar Ucrania en febrero de 2018 y buscar asilo político en Austria. Guzhva criticó al Gobierno que llegó al poder tras los acontecimientos en Maidán.
«En Ucrania no puedo contar con la justicia, con la defensa de mis derechos y libertades ni con la protección de mi vida», lamentó Guzhva.
Alexandr Medinski
A finales de 2017, los nacionalistas ucranianos secuestraron y torturaron al periodista independiente y pacifista ucraniano Alexandr Medinski, quien entrevistó al activista anti-Maidán Denís Lotov y uno de los comandantes de la milicia de la autoproclamada República Popular de Donetsk Ajra Advizba. El periodista tuvo que solicitar asilo político en la Unión Europea.
Ruslán Kotsaba
Ecologista de profesión que votó en las elecciones presidenciales de 2014 por Petró Poroshenko. Después de que Kiev lanzara la llamada operación antiterrorista en Donbás, Kotsaba fue allí a cubrir los combates. En 2015, publicó un vídeomensaje con el título ‘Me opongo a la movilización’, en el que llamaba a boicotear la movilización militar en Ucrania, convocada en relación al conflicto armado en Donbás, al cual calificó de «asesinato deliberado de los compatriotas que viven en el este». Kotsaba fue acusado de «alta traición» y «obstrucción de las actividades legales de las fuerzas armadas».
Vitali Didenko y Elena Glischínskaya
La directora de la compañía de televisión Novaya Volna, Elena Glischínskaya, fue detenida en abril de 2015, acusada de «separatismo y alta traición». Didenko, por su parte, trabajaba como jefe de redacción del sitio web Infotsentr. En 2016 Kiev los liberó y los envió a Rusia.
Oles Buzina
El famoso periodista ucraniano Oles Buzina, quien escribía para el portal ria.ru, murió tiroteado en las inmediaciones de su domicilio en Kiev en abril de 2015. La investigación parecía haber sido montada.
El representante de los intereses de Buzina, Renat Kuzmín, comentó al respecto: «No me hago ilusiones sobre la limpieza de las acciones de la Fiscalía General de Ucrania».
Pável Sheremet
El 20 de julio el periodista ucraniano-ruso Sheremet perdió la vida en Kiev a pocos metros de su vivienda, al estallar una bomba instalada en su vehículo. La versión principal sobre su asesinato es la venganza relacionada con su actividad profesional.
La ciudadanía extranjera no ayuda
Kiev tampoco hace concesiones a los periodistas extranjeros. En 2014, el reportero italiano Andrea Rocchelli y su asistente Andréi Mirónov, así como los periodistas de la televisión rusa VGTRK, Ígor Korneliuk y Antón Voloshin, fallecieron en Donbás. El fotógrafo de la agencia Rossiya Segodnya Andréi Stenin fue asesinado cerca en la región de Donetsk.
Los empleados de los medios que trabajaban fuera de la zona de combate fueron constantemente perseguidos. En marzo de 2018 deportaron a la periodista del canal de televisión Rossiya 24, Natalia Goncharova; en noviembre de 2017, a un periodista georgiano, Tamaz Shavshishvili. En agosto de 2017, el Servicio de Seguridad deportó a Ana Kurbátova, empleada de la cadena televisiva rusa Perviy Kanal. El mismo mes, Ucrania deportó a los periodistas españoles Antonio Pampliega y Manuel Ángel Sastre.
Y la lista sigue, concluye Antón Lisitsin.