Reproducimos esta entrevista publicada en EUSKAL MEMORIALA (La deportación vasca a campos de concentración) con el comunista donostiarra Antonio Prior, sobrino del también donostiarra y resistente antifascista Julián Prior y Niño de la Guerra de 1936 en la Unión de Republicas Socialistas Sovieticas (URSS). Fallecio el pasado 14 de diciembre a los 92 años de edad en Orereta (Gipuzkoa), localidad en la que residia desde 1959 tras su vuelta a Euskal Herria 3 años antes. Miembro desde sus orígenes de la Asociación de Amistad con la Unión Soviética seguía siendo miembro del Euskadiko Partidu Komunista – Partido Comunista de Euskadi (PEK-PCE) y en el cual seguía militando. Desde Euskal Herria – Donbass Elkartasun Komitea queremos trasladar nuestro pesar por el fallecimiento de Antonio, asi como el reconocimiento a toda su generación y como no al pueblo soviético que con tanto cariño los acogio.
Julián Marco Prior: deportado guipuzcoano a los campos nazis.
Julián Marco Prior nació en Donostia el 17 de febrero de 1902. Cuando comenzó la Guerra Civil se alistó en el Frente Popular, en el que combatió hasta su caída. Cuando esto ocurrió pasó a formar parte de la Resistencia Francesa.
Fue detenido por el ejército nazi, enviado a la prisión de Compiègne el 21 de mayo de 1944 y trasladado cuatro días después al campo de concentración de Neuengamme(1).
Según las bases de datos existentes fue liberado, aunque no existe fecha de su liberación. Según cuenta su sobrino Julián Prior se fugó del campo de concentración con la colaboración de un comando de la resistencia.
Nunca regresó al País Vasco y residió en Francia hasta fallecer, gracias a la pensión que el Gobierno de Francia le concedió como víctima del holocausto nazi. Pese a vivir en el exilio fue enterrado en Donostia.
Antonio Prior, sobrino de Julián Marco Prior: los niños de la guerra
Antonio Prior, sobrino de Julián, nunca conoció a su tío y en la familia apenas se guarda recuerdo de la historia de Julián. Uno de los motivos por los que Julián desconoce los detalles de la historia de su tío es que, también él, vivió su propia historia de guerra. Y es que, Antonio Prior, forma parte de los llamados Niños de la Guerra. A los 11 años, cuando estalló la Guerra Civil, fue evacuado en barco al extranjero, con ayuda de la Cruz Roja Internacional. El destino de Antonio Prior era la Unión Soviética.
Salieron de Santurtzi, pasaron por Burdeos y de allí a Leningrado (actual San Petersburgo). Aquí fueron hospedados en las casas de niños para los españoles, hasta que fueron ubicados en otras localidades por todo el territorio.
Antonio estuvo en una de estas casas a las afuera de Moscú hasta que empezó la II Guerra Mundial. Con el avance de las tropas alemanas hacia Moscú fueron enviados a las afueras de Stalingrado y después hacia los Urales, a medida que avanzaban las tropas.
Antonio acabó en la Unión Soviética la Escuela Profesional Superior de Mecánico Electricista y ejerció su profesión mientras duraba la guerra. En 1945, con el fin de la guerra, todos los niños y niñas de la guerra que fueron repartidos por la Unión Soviética fueron enviados de nuevo a Moscú.
¿Sabes cuánto tardamos desde los Urales a Moscú? 15 días en tren. Daban prioridad a las tropas y cuando había un hueco nos remolcaban, remolcaban los vagones de niños. Bueno niños, niños ya maduros. Algunos habíamos terminado la escuela o la universidad, otros la escuela profesional, etc. (Antonio Prior)
Trabajó durante diez años en Moscú. Se casó con una asturiana, que de niña también fue evacuada a la URSS y en 1956 regresaron al País Vasco. Si bien Antonio no deseaba volver- sobre todo porque España se encontraba en plena dictadura- su mujer insistió y regresaron, instalándose en Orereta.
Llegaron en un barco y fácilmente identificó en el muelle a su padre, a quien no había vuelto a ver durante toda sus estancia en la Unión Soviética pero de quien tenía algunas fotos. Nunca tuvo contacto por carta con su familia pero gracias a Radio Pirenaica pudo comunicarles que se encontraba bien.
El regreso fue duro (búsqueda de trabajo, negación del pasaporte español, imposibilidad de convalidar los títulos, etc.) y marcado por un periodo franquista que sólo otorgó a estos supervivientes silencio y rechazo.
Antonio Prior es en la actualidad militante del Partido Comunista y miembro desde sus orígenes de la Asociación de Amistad con la Unión Soviética en Euskadi.
“Un pueblo sin historia carece de personalidad, es un ladrillo y cuando hay un movimiento se desmorona. Lo más grande de un pueblo es su historia (…) un pueblo sin historia no es pueblo. Un pueblo se enorgullece de su lengua, de sus costumbres, de su folclore. Eso es un pueblo. Y cuanto más variopinto sean los pueblos más rico es”. (Antonio Prior)
(1)El campo de concentración de Neuengamme fue un Campo de concentración de la Alemania nazi. Neuengamme es un distrito de Hamburgo cerca del río Elba. El campo funcionó desde 1938 hasta 1945 y tuvo en su haber unas 65.000 víctimas mortales.
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BIOGRAFIA DE ANTONIO PRIOR CASTELLANOS PUBLICADO EN LA WEB ERRENTERIA.NET POR LA ASOCIACION MEMORIALISTA AGRUPACION REPUBLICANA PIKOKETA
Artículo original en http://www.errenteria.net/eu/ficheros/57_32539eu.pdf)
Nació en Donostia, en el barrio de Egia, el 10 de diciembre de 1925, en el seno de una familia de siete hermanos, una chica y seis chicos. De sus primeros años, primero con la Dictadura de Primo de Rivera y después durante la República, apenas recuerda nada salvo que fue a la escuela de Egia cuyo edificio se conserva hoy.
Su padre era ingeniero técnico en Tabacalera y como tal le tocó evacuar la maquinaria a Bilbao antes de laentrada de las tropas fascistas en San Sebastián por lo que toda la familia tuvo que desplazarse a la capitalvizcaína. Antonio vivió la angustia de ver cómo, poco a poco, iba cayendo el territorio vasco en manos de los golpistas y cómo cada vez eran más frecuentes los bombardeos de la capital y alrededores.
Junio de 1937. Revista Punto y Hora, de julio de 1986.
La ofensiva fascista sobre Bizkaia iniciada en marzo -ocupación de los macizos de Sollube y Bizkargi, bombardeos de Durango y Gernika- tocaba a su ataque final tras la rotura del Cinturón de Hierro que rodeaba la capital vizcaína. Para ello, entre el 28 de mayo y el 5 de junio, las tropas nacionales acrecentarían los combates en torno al asedio de Peña Lemona y de Bilbao a través de todos los puntos:
Santo Domingo, Artxanda, Pagasarri, Malmasin… Entre las fechas del 11 de junio al 19, fecha de entrada de los franquistas en Bilbo, se culminaría la vasta operación planificada por los sublevados. Fue en junio, cuando en medio de los bombardeos sobre Bilbo y su margen izquierda de la ría, miles de niños se disponían a ser evacuados en barcos al extranjero. Unos partirían con destino al Estado francés, a Inglaterra, y Suiza, mientras que otros serían acogidos en la Unión Soviética”.
Su familia tiene que tomar una dura decisión: evacuar a varios de sus hijos al extranjero. Antonio, junto a dos de sus hermanos, embarcan en el buque “La Habana”, junto a otros miles de niños y niñas con destino a la Unión Soviética (todos ellos entre 4 y 16 años). Iban acompañados de monitores y maestros, al amparo de la Cruz Roja Internacional. Recuerda la escala que hicieron en el puerto de Burdeos con un gran recibimiento, que se convirtió en apoteósico al llegar a San Petersburgo (Leningrado) el 17 de junio de 1937.
En la Unión Soviética permanecerá desde junio de 1937 hasta 1956, casi 20 años de exilio, en lo que para Antonio será su casa. Según recuerda, eran unos 3.000 niños que fueron acogidos en las llamadas “Casas infantiles para niños españoles, situadas en diversas repúblicas soviéticas, al objeto de no perder sus raíces y costumbres. Antonio vivió en las afueras de Moscú, según él, una de las dos ciudades más bonitas del mundo, junto a San Sebastián, hasta 1941, cuando la URSS entró en guerra contra el nazismo, lo que allí se llamó la Gran Guerra Patria.
Nada más llegar, los pusieron a estudiar, los primeros cinco años lo hicieron en castellano y posteriormente en ruso. De 1941 a 1945 vivió en los Urales, estudiando en la Escuela Superior Profesional donde obtuvo el título de mecánico-electricista. Durante la guerra compaginó los estudios con la práctica en la fábrica de tractores donde trabajaba que en ese periodo se reconvirtió fabricando tanques de combate. Durante una visita a la fábrica conoció a Stalin y Molotov.
Al finalizar la guerra, en 1945 retornó a Moscú, según comenta, por orden expresa de Stalin que pretendía evitar que aquellos niños de la guerra, ya jóvenes, perdieran su lengua. En 1954 se casó con Luisa García con la que tuvo su primer hijo. El segundo ya nacería en Donostia. Luisa era asturiana, a su padre lo mataron con 28 años quedando su madre muy joven con tres hijas pequeñas por lo que tuvo que enviar a dos de ellas a la URSS. A los dos meses de salir del puerto de Gijón, murió su madre. Allí se hizo delineante.
La vuelta a San Sebastián se produjo en 1956, primero a Egia donde vivía su familia, para desplazarse a Errenteria ya en 1959 donde ha vivido hasta hoy. Conserva un amargo recuerdo del reencuentro con la familia, que él lo define como “frío”. Casi 20 son muchos años y la sensación de pérdida del cariño, palpable.
Como profesional que era, enseguida encontró trabajo en la empresa Jesús Romero y Hnos., situada frente al Kursal, donde permanecerá por espacio de 27 años, hasta su jubilación.
En la URSS no llegó a militar en el Partido Comunista ya que al marchar se encontraba en la fase de “candidato”. Sin embargo, ya en 1959 se integra en el PCE-EPK, siendo detenido en 1962 por el célebre Melitón Manzanas en una caída que afectó a 27 militantes que fueron a la cárcel, donde permaneció por espacio de un año, siendo defendido por Enrique Múgica.
Siguió participando activamente en la lucha por la República que Antonio no pudo disfrutar.