por Maurizio Vezzosi (http://www.lantidiplomatico.it)
Un documento emitido por las autoridades de Viminale confirma los testimonios de los sobrevivientes de la masacre consumida el 2 de mayo de 2014, del uso sistemático de la violencia neonazi y la tortura por parte de los coupers ucranianos.
Escandaliza el recuerdo del horror consumido en Odessa el 2 de mayo de 2014 que fue el desvanecimiento de la verdad, la censura de los medios y el mandato político que lo permitio junto con una guerra que cuesta más de diez mil muertos y un país arrodillado.
Una masacre, la de Odessa, para la cual oficialmente no hay líderes, aunque hay víctimas oficialmente reconocidas.
Svetlana, la sobreviviente de la masacre de Odessa, a quien le dimos voz el año pasado, con un documento que hemos presentado oficialmente, recibió el reconocimiento de la condición de refugiado por parte de los cuerpos de Viminale.
El documento, del cual eliminamos cualquier referencia sensible para proteger la seguridad de Svetlana, fue producido por el Ministerio del Interior después de la evaluación de la Comisión de Referencia Territorial: Svetlana escribió para el comité un documento en el que recuperó su historia personal en las etapas de los eventos trágicos que mediante un golpe de estado arrastraron a Ucrania en la guerra civil y que se arrastra desde hace más de tres años. Además de ofrecer una descripción detallada de la masacre consumida en la Casa de la Unión de Odessa el 2 de mayo de 2014, Svetlana describió las prácticas de la SBU (acrónimo Sluzhba Bezapaznosti Ukrainy, 39, Ucrania), la violencia sistemática e intimidación sufrida por ella en persona, así como por miles de opositores en Ucrania.
En el documento redactado por Svetlana y entregado a las autoridades italianas para el logro del estatuto de refugiado, también aparece el nombre de Alexey Albu, ex diputado regional de Odessa y líder de la organización Borotba, también sobrevivió al incendio de la Cámara de los Sindicatos del 2 de mayo de 2014 después de ser linchado por neofascistas que vinieron de toda Ucrania para aplastar la resistencia de las muchas odiseas del movimiento Antimaidan.
Las noticias que anunciamos siguen a una serie de reconocimientos institucionales importantes que a pesar de los retrasos que han tomado forma, ayudan a superar las mentiras que aún continúan cubriendo las atrocidades cometidas en Ucrania en nombre de los intereses oligárquicos y la política de estrangulamiento social diseñado por el Fondo Monetario Internacional.
A muchos ciudadanos ucranianos, como Svetlana, se les ha concedido el estatuto de refugiados en Italia y en otros países de la Unión Europea. Además de los oponentes, muchos abandonaron el país y decidieron no regresar cuando el llamado a las armas se sometió a la llamada «operación antiterrorista»: regresar a Ucrania de Groisman y Poroshenko significaría que terminarían en las galeras junto con los actuales mil prisioneros políticos, muchos de los cuales fueron encarcelados en prisiones especiales «SIZO».
Para una mirada más cercana a la masacre de Odessa del 2 de mayo de 2014, nos referimos a la entrevista con Svetlana y los materiales en el apéndice.