Diferentes organizaciones celebramos el 9 de Mayo el día de la Victoria de la Gran Guerra Patria contra el nazi-fascismo, en reconocimiento a la gran contribución realizada por la Unión Soviética y todos los pueblos que lucharon por la Liberación contra la maquinaria de exterminio nazi.
La bestia fascista pretendió eliminar el progreso social y esclavizar a los pueblos eslavos. Rusia, Ucrania, Bielorrusia, Georgia, Armenia… todos los pueblos de la Unión Soviética lucharon unidos fraternalmente, y junto a ellos, los antifascistas, partisanos y guerrilleros de toda Europa por esta épica Victoria.
El Pueblo vasco estaba en guerra sin cuartel contra fascismo desde 1936. Euskal Herria conoció bien la crueldad del fascismo con la tragedia de Sartaguda, los bombardeos de Durango y Gernika, que acaban de cumplir su 80º aniversario, la terrible represión de la postguerra y una larga dictadura cuya sombra hoy está todavía presente.
Desgraciadamente, aquí se perdió la guerra. Aún hoy, ocho décadas después, miles de muertos siguen enterrados en las cunetas esperando a que sus familias sepan dónde fueron asesinados y puedan darle un entierro digno. Otras miles de personas tuvieron que emprender un largo exilio, que nos dejó el ejemplo de la cariñosa acogida soviética a los más jóvenes, acto generoso e internacionalista por el que siempre estaremos en deuda con el pueblo de la URSS.
Pero nuestra sangre no sólo se derramó sobre la tierra que pisamos, ni sobre ésta tierra sólo se derramó nuestra sangre. Por ello queremos recordar a todas aquellas personas que lejos de rendirse continuaron el combate allí donde pudieron: en las guerrillas antifranquistas, en la Resistencia francesa o en el Ejército Rojo. Y tampoco queremos olvidar a todas aquellas personas que viniendo de lejos dejaron aquí su vida en la lucha contra el fascismo. Las Brigadas Internacionales son el más alto ejemplo de la amistad entre los pueblos.
El nazi-fascismo nos dejó unos sucesos tan escalofriantes que no podíamos haberlos imaginado jamás: los campos de exterminio, los experimentos con seres humanos, o las matanzas indiscriminadas de civiles a sangre fría. Nos ha grabado a fuego nombres en la memoria colectiva, como Gernika y Durango; o la población bielorrusa de Khatyn, arrasada por los ocupantes nazis sin dejar supervivientes, y que hoy es el símbolo de miles de poblaciones que corrieron la misma suerte. Pero en nuestra memoria también guardamos los nombres de Brest, cuya fortaleza resistió los primeros golpes de los hitlerianos; de Leningrado, con cuyo asedio de 900 días Hitler trató de exterminar a su población sin poder llegar a tomarla nunca. Recordamos Kursk, donde la Alemania nazi no pudo utilizar la excusa del invierno para justificar su derrota, y que supuso su último y fallido intento de avance. Y si existe un símbolo, ése es Stalingrado, ejemplo de la heroica voluntad soviética.
No queremos relegar esta jornada a un acto puramente folkóriko, sino de recuerdo a todas las víctimas del fascismo, así como de reconocimiento y agradecimiento a todas las personas que lo combatieron. Y creemos que la mejor forma de no dejar que su legado se pierda es tomar el testigo de su lucha y hacer de esta conmemoración un alegato contra el fascismo y la guerra, y en defensa de la paz y la amistad fraternal entre los pueblos.
EN MEMORIA Y AGRADECIMIENTO A TODOS LOS COMBATIENTES ANTIFASCISTAS… HURRA!