Reproducimos un artículo de Nataliya Sinyavskaya publicado en Novorossia Today y traducido por Euskal Herria-Donbas Komitea en homenaje a la Doctora Liza, una de las tripulantes del avión ruso Tu-154 estrellado. Somos conscientes de la gran pérdida para Rusia y creemos además que lo es también para toda la Humanidad, pues la misión rusa que tripulaba ese avión era la de la solidaridad al pueblo de Siria. Por todo el mundo es sabido el gran tesoro cultural que eran los coros del Ejército Rojo, pero nos gustaría destacar aquí la figura de la Doctora Liza por su dedicación en el Donbass a salvar vidas, la misma dedicación que la llevaba a Siria en el fatal vuelo.
Cuando la guerra vino al Donbass, Elizaveta Glinka, más conocida como la Doctora Liza, empezó a llegar a las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk para atender niños heridos o gravemente enfermos que necesitaran ayuda de especialistas.
Elizaveta llegó en el momento de diversas acciones militares; se llevó niños de los bombardeos y los dejó en la Federación Rusa. Vino al Donbass con regularidad y tomaba unos 20 pequeños habitantes del Donbass.
Mucha gente considera a la Doctora Liza como una santa; en el periodo de la guerra en el Donbass ella salvó unas 500 pequeñas vidas que eran rehenes de las circunstancias. Arriesgó su propia vida en más de una ocasión al llegar al territorio del Donbass que estaba siendo bombardeado. Su misión era ser una doctora y salvar personas.
Hoy, en la mañana en la que ocurrió la horrible tragedia, un avión con 91 personas a bordo se estrelló sin supervivientes. La Doctora Lisa estaba a bordo. Entonces partía a ayudar al Pueblo de Siria.
El Donbass está con Rusia, es una gran tragedia…