UN CASTIGO PARA LA POBLACION CIVIL

Articulo extraido de Slavyangrad.es / Artículo Original: Vzglyad

Tras la última reunión de jefes de Estado y de gobierno del llamado Cuarteto de Normandía, el presidente ruso lamentaba la negativa de Ucrania a avanzar en los asuntos humanitarios. Especialmente grave es el rechazo de Kiev a levantar el bloqueo bancario que impuso en diciembre de 2014 y a reanudar el pago de pensiones en Donbass, interrumpido oficialmente también en el otoño de ese año. Pese a que los acuerdos de Minsk, que Ucrania dice defender, le obliga expresamente a hacerlo, Kiev ha rechazado una y otra vez cumplir con esos compromisos. Sin embargo, amenaza, tras haber cortado el suministro de agua a zonas de Lugansk, con interrumpir, por impagos, el suministro eléctrico. En lugar de eliminar el bloqueo bancario y de transporte, Ucrania opta por medidas que castigan únicamente a la población civil.

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Después de cortar el suministro de agua, las autoridades de Kiev pretenden privar a los “separatistas” de Lugansk de suministro eléctrico. Los residentes de los pueblos de Lugansk afirman que la única manifestación de “cariño” por parte de Ucrania ha sido la llegada de una nueva tanda de blindados preparados para la línea de contacto. Sin embargo, el Gobierno ucraniano afirma no tener “recursos” suficientes, no solo para Donbass, sino para una de las regiones estratégicamente más importantes y leales.

Kiev se plantea privar a parte de la República Popular de Lugansk de electricidad, afirmó el director de la ucraniana Asociación de Energía de Lugansk, Vladimir Gritsa. “Hemos hecho un llamamiento a las autoridades para paralizar completamente el suministro eléctrico a las zonas fuera de control o de reducirlo al nivel de pago”, explicó.

Según el oficial ucraniano, en 2014, la parte de Lugansk fuera de control de Kiev consumía mensualmente electricidad por valor de 300 millones de grivnas. Gritsa reconoció que el apagón afectaría a más de 10.000 personas: “Stanitsa Luganskaya y las localidades de alrededor, donde 12.000 de nuestros suscriptores reciben electricidad de los territorios no controlados”. Gritsa recordó entonces otra de las razones por las que Kiev debe cortr el suministro eléctrico a unos ciudadanos que las autoridades ucranianas consideran suyos. “Hay un riesgo de que los grupos ilegales corten la electricidad”, afirmó sin explicar por qué los residentes de la RPL o las fuerzas de la República querrían privarse a sí mismos de electricidad.

Gritsa añadió también que “estamos completando la construcción de una línea que evita pasar por la planta de Schastye. El 20 de diciembre se lanzará esta línea y tendremos capacidad para interrumpir el flujo de electricidad que sale de la planta de Schastye en dirección a Lugansk”.

Esta no es la primera manifestación de “cariño” de Kiev a los ciudadanos del “Lugansk ocupado”. Como ya informó en su momento Vzglyad, la mañana del 1 de diciembre, Ucrania interrumpió el suministro de agua a la RPL en la zona de Petrovskoye. El vicepresidente del Parlamento de la RPL, Vladislav Deinego afirmó que dichas acciones “están prohibidas” según la legislación ucraniana bajo la ley “sobre el suministro de agua potable”. Las autoridades ucranianas “vuelven a infringir sus propias leyes, que aparentemente, para muchos en Kiev, no existen”,  afirmó Deinego. El vicepresidente del Parlamento de la República recordó que los participantes en la reunión del Grupo de Contacto celebrada en Minsk el jueves no lograron llegar a un acuerdo para solucionar el problema.

Armas en lugar de servicios

“Sigue habiendo luz en las casas allí y en cuanto al agua, ha bajado la presión y la cantidad. En cualquier caso, es así en muchas zonas de Lugansk”, explicó a Vzglyad el escritor Gleb Bobrov, residente en Lugansk, que espera que Rusia no bloquee completamente la electricidad de Lugansk como ha amenazado Ucrania. La falta de energía en una ciudad tan grande daría lugar a una catástrofe humanitaria.

Bobrov afirmó también que además del bloqueo de servicios, Ucrania trata de agravar la situación en el frente. “Hoy [el 2 de diciembre], han llegado a la estación de Rubizhnoye dos columnas de blindados, incluyendo tanques y artillería autopropulsada. Después el equipamiento ha sido enviado al frente. Es una fuerza seria”, afirmó.

“Los ucranianos no deberían dar subsidios a quienes sostienen Donbass”

Georgy Tuka, viceministro de Ucrania para los Asuntos de los “Territorios Ocupados”, fue quien informó el 23 de noviembre de la intención de Kiev de interrumpir el suministro de agua a las regiones de Lugansk fuera de control del Gobierno. Tras él, el secretario del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional, de Ucrania, Oleksandr Turchinov, afirmó que Kiev no iba a pagar por las deudas por el suministro eléctrico del territorio ocupado de la RPL, por las que en diciembre, hasta 600.000 resientes de ambos lados de la línea del frente podrían quedarse sin agua corriente. “No tenemos excesivos y los ucranianos no tienen por qué pagar de su bolsillo para dar subsidios a quienes sostienen Donbass porque todos tienen que pagar”, sentenció el presidente del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional.

El ministro de Asuntos Exteriores, Pavlo Klimkin, se ha reafirmado en numerosas ocasiones que el problema “realmente es culpa de la parte rusa”, de la que se espera que presione a Lugansk para que pague. “Esa fue nuestra exigencia y la de nuestros socios de Francia y Alemania”, afirmó Klimkin según cita UNIAN.

Gas ni siquiera para los “suyos”

Gleb Bobrov insistió en el lamentable estado de la infraestructura de Ucrania en general. “Según tengo entendido el 80-90% de la infraestructura está obsoleta. Sin embargo, en caso de una situación de amenaza de colapso, Rusia ayudará a Ucrania, porque en caso de desastre masivo, millones de personas acabarán en Rusia y muchas otras en situación vulnerable –mayores o personas con discapacidad- simplemente morirán de frío. No se puede acusar a Putin y a Moscú otra vez. Esta situación se repite regularmente,  recuerden que fue lo mismo en Genichesk”.

El escritor se refiere a la situación en la ciudad de Genichesk, en la región de Jerson, leal a las autoridades de Kiev y lejos de la “zona ATO”.

El viernes pasado, la agencia Kryminform, citando a los medios de Jerson, informaba: “el Consejo de Ministros de Ucrania no encuentra fondos para restaurar el gasoducto de Genichesk y ha pedido a las autoridades locales que busquen otras vías de financiación. Ellos (el consejo de ministros) no están iteresados en los residentes de la región (de Jerson) que viven en estos cinco distritos y pagan impuestos”, afirmó el vicepresidente del Consejo Regional de Jerson Vasily Zelenchuk.

La región de Jerson es la misma en la que el pasado viernes terminaron las carísimas maniobras de la aviación ucraniana diseñadas para impresionar a Rusia.

Poroshenko busca desviar la atención de los problemas internos

El analista político Rotislav Ischenko opina que el Gobierno ucraniano usa la interrupción de servicios en Lugansk como una forma de desviar la atención de los problemas internos a los externos. “En Kiev se intensifica la oposición contra Poroshenko en otra política importante. Ha cometido tres errores significativos: no ha conseguido que la UE liberalice visados con Ucrania, no ha logrado un acuerdo para nuevos créditos y ha aumentado significativamente el coste de las facturas de servicios básicos. Eso hace aumentar el odio de la población. Es hora de que se acuerde que es el presidente”.

Ischenko opina que cada vez que Kiev se encuentra ante el empeoramiento de un problema local, aumentan las provocaciones contra Rusia y Donbass. “Ahora Ucrania, por una parte realiza maniobras cerca de Crimea y por otra bloquea el suministro de agua a Lugansk y amenaza con cortar la electricidad”.

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