Iturria: Sputnik News (2016-II-19)
El proceso de solución del conflicto en Ucrania se encuentra evidentemente en un callejón sin salida político, afirmó el representante permanente de Rusia ante la OSCE, Alexandr Lukashevich.
MOSCÚ (Sputnik) — «En el aspecto político la situación se encuentra evidentemente en un franco callejón sin salida», declaró el diplomático ruso.
Según Lukashevich, «las enmiendas a la Constitución a las que se refieren periódicamente nuestros colegas, no tienen relación alguna con los acuerdos de Minsk».

«La ley sobre el estatus especial de Donbás fue aprobada, pero su implementación se entorpece con condiciones no previstas en el conjunto de medidas aprobado por los acuerdos, la ley de Amnistía ha sido preparada pero no ha entrado en vigor, no se cumplió con el intercambio de prisioneros y detenidos según el principio de todos por todos», afirmó durante una reunión del Consejo Permanente de la OSCE.
Lukashevich añadió que desde el punto de vista humanitario, se mantiene el bloqueo de Donbás.
«Los puntos de paso que deberían al menos parcialmente aliviar la situación de la población local son pocos, y se observa una tendencia a cerrar los que aún funcionan», observó.
El diplomático señaló que «antes de hablar sobre el retorno a las autoridades del control sobre la frontera es preciso concluir todos los cambios políticos previstos en Minks».

Lukashevich expresó sus dudas al respecto a la luz de los recientes acontecimientos políticos en Kiev.
«A juzgar por la correlación de fuerzas en el Parlamento ucraniano, esto genera grandes dudas», afirmó.
Moscú considera que uno de los problemas claves de esta situación radica en que Occidente actúa como si Kiev cumpliese honestamente con los acuerdos de Minsk, según Lukashevich.
«Uno de los problemas claves consiste en que nuestros colegas actúan como si Kiev cumpliese a conciencia el conjunto de medidas, cuando en realidad ocurre todo lo contrario», afirmó.
El diplomático ruso aseveró que «el régimen del cese al fuego que parecería que se estableció tras el 1 de septiembre del año pasado, pasó a un incremento de los ataques de artillería poco después de realizarse las elecciones locales en Ucrania».

«En estos momentos los militares ucranianos metódicamente disparan contra los poblados aledaños a la línea de confrontación, y cada vez más a menudo usan armas prohibidas; la desaparición de equipamiento bélico de los almacenes ucranianos se ha convertido en una rutina común, lamentablemente», señaló.
En abril de 2014, Kiev lanzó una operación militar en las provincias de Donetsk y Lugansk para ahogar los focos de indignación por el cambio de poder violento ocurrido en el país en febrero de ese mismo año.
Las hostilidades segaron más de 9.000 vidas y causaron más de 20.700 heridos, según datos de la ONU.
Actualmente en la zona rige un armisticio pactado por el Grupo de Contacto Trilateral (Rusia, Ucrania y la OSCE) para poner fin a los enfrentamientos, sin embargo, ambos bandos del conflicto denuncian regularmente violaciones del alto el fuego.