Original: Alexei Polubota / Svobodnaya Pressa
La conciencia pública ucraniana continúa asombrando con su irracionalidad. Esto queda confirmado por los resultados de una encuesta realizada por la Fundación Internacional de Sistemas Electorales. A pesar de que la mayor parte de los ucranianos admite que Euromaidan no ha cumplido sus expectativas, el sentimiento dominante en Ucrania sigue estando a favor del camino geopolítico pro-occidental.
El 49% de los encuestados opina que Ucrania debería ampliar sus relaciones con Europa, mientras que el porcentaje que prefiere una relación más estrecha con Rusia es solo del 8%. Al mismo tiempo, el 56% de los ucranianos cree que el país camina en dirección equivocada, con solo un 2% que opina lo contrario. La idea de que el país se dirige en dirección equivocada está extendida por todo el país y es la opción mayoritaria en todas las regiones.
La encuesta se realizó en todo el territorio de Ucrania controlado por el Gobierno de Kiev, sin tener en cuenta las opiniones de alrededor de cuatro millones de personas que viven en la RPD y la RPL.
En los últimos dieciocho meses, Europa ha demostrado que no tiene prisa por aceptar a Ucrania como uno de los suyos. La asistencia occidental se entrega de tal manera que solo es suficiente para evitar el colapso final del Estado ucraniano. Al mismo tiempo, la entrada a productos occidentales y la ruptura de relaciones económicas con Rusia ha provocado el cierre de cientos de empresas ucranianas. Las últimas noticias en este sentido dicen que en Ucrania ya no es rentable producir incluso azúcar, por lo que quince fábricas han cerrado ya.
La situación en la economía ucraniana post-Maidan es mucho peor, pero eso no ha afectado al amor incondicional de los ucranianos a Occidente. ¿Por qué ocurre y cuál será el resultado?
“Debemos comprender que el proceso de reorientación de Ucrania hacia Occidente comenzó mucho antes de Maidan”, afirma Boris Shmelev, director del Centro de Investigación Política del Instituto de Economía y del Departamento de Relaciones Internacionales de la Academia Diplomática de la Federación Rusa. “Ha pasado un cuarto de siglo desde el colapso de la Unión Soviética, más de una generación de ucranianos ha crecido convencida de que es necesario alejarse de Rusia y acercarse a Europa, de que solo la amistad con Occidente garantizará la prosperidad de Ucrania”.
“También hay otro factor importante: varios millones de ucranianos trabajan tanto en Rusia como en Europa. En comparación, ven que la vida en la Unión Europea es más cómoda. Y eso también afecta sus “preferencias geopolíticas”. Para terminar, gran parte de la población de Ucrania, especialmente en el centro y oeste del país, percibieron la reunificación de Crimea y Rusia como una ocupación de parte del país. Y en cuanto a los hechos ocurridos en Donbass, la propaganda ha convencido a muchos de que no fue una rebelión contra el nuevo régimen de Kiev sino una agresión rusa. Por desgracia, los sentimientos revanchistas hacia Rusia pueden durar una larga temporada en Ucrania. Diría incluso que es imposible excluir la posibilidad de una guerra entre Rusia y Ucrania. A día de hoy, la posibilidad es mayor que cero. Hace tan solo dos años, esta posibilidad habría parecido una absurda fantasía.
SP: ¿Por qué, después de un año y medio desde el golpe de febrero los ucranianos aún no se han convencido de que Ucrania no se va a convertir en miembro de la Unión Europea y que Occidente ayuda a Kiev solo lo suficiente para evitar el colapso del régimen pro-occidental?
Sí, sigue habiendo grandes ilusiones en relación a Europa. Muchos piensan que unirse a la UE o a la OTAN ayudaría a mejorar rápidamente el nivel de vida de la población, a solucionar los problemas sociales y demás. Otros ucranianos con mentalidad más realista piensan lo siguiente: sí, sabemos que Europa no va a solucionar nuestros problemas, pero no tenemos otra opción. Ahora Rusia es, o un enemigo, o al menos un Estado que no es amigo. Y no creen en las perspectivas económicas de una alianza con nosotros.
SP: Pero es imposible escapar a la lógica. Mientras Ucrania mantenía unas relaciones relativamente buenas con Rusia, la situación de la economía ucraniana era más o menos tolerable. En cuanto Kiev viró hacia Occidente, la economía comenzó a caer…
Todo eso es cierto, pero la conciencia pública en Ucrania tiene un factor irracional. Ya he hablado de las persistentes ilusiones de los ucranianos de a pie. Para ellos parece que solo Occidente es capaz de proteger a Ucrania de la “agresión rusa”. Eso explica la persistente e irracional obsesión con Europa.
SP: ¿Se puede explicar el bajo porcentaje de simpatizantes de Rusia, especialmente en el sureste, por miedo a expresar abiertamente sus opiniones?
Es posible. Aunque me parece que el porcentaje real de ucranianos a favor de reforzar la cooperación con Rusia en los territorios controlados por Kiev no es mucho más alto que el revelado por la encuesta.
“Ucrania ha repetido más de una vez ese giro histórico desde el momento en que se produjo la rebelión dirigida por Bohdan Jmelnytsky”, afirma Alex Anpilogov, director del Centro de Coordinación de Apoyo del Sureste y de la Fundación de Investigación Histórica “Osnaviye”. “Al Tratado de Pereyaslav, con el que se decidió buscar la protección de Rusia, siguió medio siglo de disturbios, ahora calificado de ruina. Durante ese tiempo, la población de Ucrania bajó a la mitad. La economía sufrió un gran declive. Ucrania necesitó medio siglo de revueltas antes de comprender finalmente que el único escenario posible era el acercamiento a Rusia. Esa alianza entre Rusia y Ucrania se convirtió en la base del Imperio Ruso.
La segunda ocasión en que se repitió ese escenario fue en el corto periodo entre la Primera Guerra Mundial y la Guerra Civil 1917-1922. En ese periodo Ucrania era una guerra de “todos contra todos”. Polonia, apoyada por los Aliados, consiguió hacerse con una parte de Ucrania, algo que tiene consecuencias para la historia contemporánea del país.
Actualmente, la posición rusa en Ucrania es, en mi opinión, más débil que en 1917 o incluso en 1654. Esto no se debe únicamente al hecho de que Rusia, como Estado, aún no se ha recuperado completamente tras 1991, sino también al hecho de que Occidente como colectivo se ha unido al juego geopolítico por Ucrania. Debido al apoyo de Occidente, puede llevar décadas aceptar que es inevitable buscar una cooperación con Rusia. Pero Occidente “ayuda” a Ucrania de tal manera que se verá privada del potencial industrial e intelectual que había heredado de la Unión Soviética. Entonces miles de ucranianos abandonarán el país y el resto comprenderán que sin una alianza con Rusia su Estado no tiene futuro. Entonces, otra “ruina” habrá acabado y se instalará una decepción general hacia Europa y Occidente en general.
SP: ¿Puede Occidente crear un proyecto pro-occidental y económicamente estable en el territorio de Ucrania?
Occidente hará lo que esté en su mano por conseguirlo. Hay que recordar las palabras de Zbigniew Brzezinski, que afirmó que sin Ucrania, Rusia deja de ser una superpotencia. Washington es consciente de ello y está dispuesto a perdonar las deudas al régimen de Kiev para mantener a Ucrania dentro de su esfera de influencia. Pero la historia está guiada por leyes objetivas. Rusos y ucranianos tienen una lengua común, una cultura común y muchas relaciones familiares. Durante el periodo del siglo XVII que he mencionado, la élite ucraniana obligó a su pueblo a jurar una alianza con todo tipo de dueños, incluso con los sultanes turcos. No terminó bien. Puede ser la misma historia ahora. Ucrania no puede convertirse en un Estado autosuficiente por sí misma. En algún momento, Occidente no será capaz de ayudar a Ucrania (algo que puede ocurrir pronto), y Ucrania se verá obligada buscar una alianza con Rusia porque no le quedará otra opción.