Tras varios días de intensificación de la violencia de lo largo de todo el frente, la situación militar en las Repúblicas Populares de Donetsk y de Lugansk parece haberse estabilizado ligeramente, al menos de forma temporal. Pese a que el número de infracciones del alto el fuego haya disminuido ligeramente en las últimas horas, la situación continúa siendo tensa e impredecible.
Artículo Original: Colonel Cassad
No se han producido acciones militares ofensivas a gran escala. La lucha ha continuado en posiciones clave. El mensaje de Regnum [que advertía del inicio inminente de una ofensiva ucraniana a gran escala-Ed] no se ha confirmado o se ha retrasado la puesta en marcha del plan.
Se puede hablar de una tendencia continuada: el bombardeo de ciudades y de la línea del frente por la noche ha entrado en una fase de alta intensidad, algo que no se vivía desde enero de 2015, ataques que dieron lugar al comienzo de la campaña de invierno de 2015.
La noche del 16 al 17 de agosto, la intensidad de los bombardeos disminuyó con respecto a la noche del 15 al 16 de agosto. El uso de sistemas MLRS también fue menos activo. Aun así, los bombardeos en la zona de la estación de Skotovataya forzaron la interrupción del transporte ferroviario entre la República Popular de Donetsk y Ucrania. Es probable que esta interrupción afecte a las diferentes formas de comercio de carbón entre la RPD y la junta.
La retórica diplomática ha llegado a un nivel alarmista. Zajarchenko y los oficiales del ministerio de defensa de la RPD abiertamente advirtieron de la posibilidad de que se reanudaran las operaciones ofensivas de las Fuerzas Armadas de Ucrania en un futuro cercano y el Ministerio de Asuntos Exteriores de Alemania también apuntó que la situación es explosiva. Hoy [ayer, 17 de agosto], el ministro de Asuntos Exteriores ruso ha exigido a la junta que trate de implementar los acuerdos de Minsk en lugar de involucrarse en otra aventura militar. No se ha dicho nada sobre las probabilidades de que la junta cumpla con los acuerdos de Minsk.
En los últimos días no se han producido grandes cambios en la línea del frente y las partes continúan gastando grandes cantidades de munición contra las posiciones de artillería del enemigo en la línea de contacto. Como es habitual, la intensidad de la batalla es mayor en la República Popular de Donetsk que en la República Popular de Lugansk. En cuanto a las bajas, la información es escasa. Se habla de que ayer [el 16 de agosto] fallecieron entre 4 y 6 civiles y más de una docena resultaron heridos. Las bajas en las Fuerzas Armadas de Novorrusia tampoco están claras aún. Las Fuerzas Armadas de Ucrania sufrieron varias bajas y más de dos docenas de heridos, según nuestras fuentes, a causa de varios ataques con éxito sobre las posiciones ucranianas al sur de Donetsk (varios cañones fueron destruidos o dañados). La junta afirma que dos civiles murieron en Sartana, aunque no está claro quién atacó la zona norte de la localidad, ya que uno de los vídeos muestra que los disparos provienen de Mariupol. Es una causa tan probable como un mal disparo de las milicias (intencionado o accidental) contra las posiciones de artillería ucranianas en la zona de Mariupol.
En general, la situación se caldea tanto en el frente militar como en el diplomático. No está claro cómo puede resolverse la situación por medios que no sean militares. Se habla ahora de una reunión [del grupo de contacto trilateral en Minsk] del 26 de agosto, para tratar el tema de la retirada de armamento de calibre inferior a 100mm, mientras que opera la orquesta de armas de calibre superior a 100mm. Básicamente, Minsk vive en un mundo paralelo a la realidad.
Se rumorea el retorno de “Botsman” a Gorlovka y se dice que los retornos no son únicamente de quienes se encontraban de permiso sino también de quienes habían caído en desgracia. No se excluye la posibilidad del retorno de figuras importantes como Bezler [primer líder de la guarnición de Gorlovka] o Petrovsky [antiguo jefe de la inteligencia de la RPD]. Es improbable, por el contrario, el regreso de Strelkov o Kozitsyn [antiguo líder cosaco].
Esperamos al anochecer para la previsible reanudación de los enfrentamientos.