Hoy como ayer, la lucha contra el nazismo deja en los campos de batalla los cuerpos de héroes anónimos. Por mucho que intenten apagar la memoria de los luchadores del Ejército Rojo y tergiversar la historia, los fascistas de hoy en día y sus amos imperialistas ni pueden cambiar la historia, ni evitar que el heroísmo de los hombres y mujeres del Ejército Rojo y de la URSS siga siendo un referente y un estímulo para los amantes de la libertad en el siglo XXI. Algunos políticos mediocres de Polonia y Ucrania, que con sus delirantes declaraciones niegan el papel de la URSS en la salvación de sus pueblos y de los pueblos de Europa de los crímenes nazis, solo demuestran su ignorancia, su falta de ética y su papel de promotores del nazismo de ayer y de hoy. Acabarán como sus antecesores del 45, en el vertedero de la Historia.
Hoy como ayer: ¡No pasaran!