El ciudadano estadounidense en cuestión se llamaba Marcos Gregorio Paslawsky (apodado «Franko«), de 55 años, nacido en Nueva York y criado en Nueva Jersey, diplomado en la Academia Militar de West Point, fue » Rangers» del Ejército Yanqui hasta los 32 años. A principios de los años noventa se trasladó a Ucrania, donde trabajó como asesor financiero, a pesar de que a menudo viajaba a Nueva York.
A principios de este año Paslasky había informado a su familia de su decisión de alistarse entre los voluntarios del Batallón Donbass, y de haber obtenido la nacionalidad ucraniana, como testificó su hermano Néstor, director del centro cultural ucraniano Soyuzivka en Nueva York, que lo comentó en la prensa local: «Se comportó como un verdadero patriota estadounidense, un verdadero patriota de Ucrania.«
Tras haber obtenido la ciudadanía ucraniana, «Franko» podria haberse alistado en las fuerzas armadas regulares, pero eligió formar parte del conocido como ‘batallón Donbass‘, una fuerza paramilitar de extrema derecha, financiada entre otros por el oligarca sionista Kolomoiskiy e integrado dentro de la ‘Guardia Nacional’, cuerpo especial formado por el régimen nacionalista de Kiev tras el golpe de Estado de febrero, con el objetivo de legalizar bandas ultranacionalistas y neonazis que habían dominado «Maidan» en la segunda y más sangrienta fase de confrontación con el presidente Yanukovich.
Igor Kolomoisky, es uno de los oligarcas más poderosos de Ucrania y tambien sus competidores–aliados Ahmetov y Poroshenko han decidido apoyar el nuevo régimen pro-occidental impuesto por los militares en Kiev y financiar la guerra contra el pueblo de Donbass. Incluso armar y financiar mercenarios nostálgicos de la época en que las SS ucranianas colaboraban con el ejército invasor alemán y prendían fuego a pueblos y aldeas en busca de judíos, polacos, rusos y partisanos. Las milicias fascistas son una herramienta importante en manos de los oligarcas que se erigen en defensores de la ‘patria‘ en peligro y labrarse un espacio político en el país, por lo que tratar de influir desde la derecha en el débil gobierno de Yatseniuk, ya rehén de Washington y Bruselas, la OTAN y FMI y sumergido en una grave crisis económica. Uno de los primeros en moverse fue Oleg Lyaschko, líder del llamado «Partido Radical«, ultranacionalista y creadores del «Batallón de Azov» tan querido y admirado por la prensa occidental (tambien entre los «progres») y que celebran con entusiasmo los desfiles y masacres de estos combatientes, incluso si marchan con símbolos de la SS nazi.
El dueño de Privat Bank, que financia su guerra personal contra los guerrilleros del Donbass, apoya el batallón Donbass y hace valer sus privilegios en Dnepropetrovsk, ciudad economicamente estratégica de este de Ucrania , de la que fue nombrado gobernador en marzo y donde su guardia privada, el Dnipro, combate opositores y competidores al son de palizas, intimidación, asesinatos y secuestros. Para evitar dudas, las bandas de Kolomoisky viajaban en vehículos con el logo de su ‘Private Bank’, para que todos puedan ver quién es el que dicta la ley en la ciudad.
fuente: contropiano.org