Entrevista a un miliciano comunista: «No quisimos la guerra, pero la guerra vino a nosotros»

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Artem: «No quisimos la guerra, pero la guerra vino a nosotros» / Entrevista a un miliciano comunista.

Fuente: Красный ополченец «Артем»: «Не мы идем воевать, война пришла к нам!»
Publicado en borotba.org el 16 de agosto. Publicado en casad.net el día 21 de agosto. Traducción: Pedro A. García Bilba

Esta es una entrevista con el miliciano «Artem», ese es su apelativo de combate, militante del partido «Borotba». Antes de la guerra había organizado un grupo de jóvenes trabajadores para hacer frente al fascismo y al capitalismo, construyendo una red de células en la comarca. Cuando comenzó la guerra no pudo permanecer al margen y se unió a las filas de la milicia.. Ahora «Artem» se encuentra herido en el hospital y su camarada de partido Victor Chapinov le ha realizado una entrevista.

Nota del T. Artem no es un apelativo casual. Es el nombre del comandante bolchevique (Fyodor Andreyevich Sergeyev, camarada Artém) que en 1917 dio los pasos decisivos para la formación de la República Soviética de Donetsk-Krivoy Rog). Véase la entrada en Sociología Crítica «Se anuncia la creacion de una Federación de Repúblicas Populares de Novorossia»

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Camarada, dime cómo te metiste en la milicia?
Nada más empezar los sucesos del Maidan tuve la sensación de que esta vez la cosa iba hacia una fase mucho más peligrosa. Si lo comparamos con la «revolución naranja» en 2004, los grupos opositores en 2014 estaban más organizados, y las juventudes nacionalistas [ucranianas] más preparadas y financiadas; los grupos ultras habían crecido y madurado; por lo tanto la sensación [que tuve] era que esta vez el fermento estaba dispuesto y que nos estaban llevando al borde de la guerra civil. Estaban instalando a la sociedad civil en un estado de guerra civil moral, y en ella los nacionalistas [ucranianos] estaban ya teniendo oportunidad real de vencer, mutilar y matar a las personas disidentes y hacerlo con el pretexto de [salvar] el estado. Cuando vi la muerte de civiles inocentes y muy especialmente cómo se recibían estas noticias con bromas entre los «patriotas pro-ucranianos» locales, me di cuenta de que la situación nos había sobrepasado ya a todos. Algunos de nosotros nos dimos cuenta de que la única solución era afrontarlo. Puestas así las cosas, solamente me quedaba dar un paso al frente y unirme a la Milicia.

¿En en que unidad te encuentras?
En las fuerzas milicianas del Sur-Este.

¿Qué tipo de tareas has realizada?
Varias, pero por el momento son secreto militar y no puedo extenderme.

¿Fue difícil pasar de ser un activista por la paz a convertirse en un soldado?
Lo difícil fue tomar conciencia de lo que estaba pasando y ser capaz de construir un sistema que explicase (al menos para mí) el cómo habíamos acabado en una guerra. Llegó a ser muy fácil cuando directamente ya en Lugansk conocí a los comunistas que se negaron a obedecer las decisiones del Partido Comunista [de Ucrania] y con valentía se embarcaron en el camino de la lucha. O cuando [ví como] algunos de los milicianos sintieron el espíritu de Donbass, que siempre ha gravitado a la lucha contra los ricos y gravitado hacia el socialismo. En Lugansk es muy notable. Sí y la vida pacífica, de hecho, no era del todo pacífica. Amenazas nacionalistas vagaban ya por las calles de Donetsk y Lugansk (como los ultras de fútbol), pensamientos dolorosos, y se empezaba abrir los ojos a la inminente amenaza de la creación del régimen nacionalista [en Kiev]. La guerra estaba ahí, ya entonces, el prólogo de la guerra, si lo deseas. Por mucho que deseásemos una vida pacífica, ha habido que tomar en nuestras manos la tarea de construir un nuevo país.

¿Cómo fuiste herido?
Durante un bombardeo de la ciudad-héroe de Lugansk con artillería pesada. Debe recordarse el hecho de las milicias no solamente combaten en primera linea del frente,, también tienen la responsabilidad de proteger a la población civil tanto como sea posible durante un bombardeo, incluso al coste de la propia vida. La gente ya se ha adaptado en gran medida, pero todavía hay confusión y desorganización. Antes pensábamos que estos golpes en zonas residenciales podían ser al azar, ahora ya no hay duda de que no es así. Por lo tanto en Lugansk nos hemos vuelto más disciplinados.

¿Cómo evalúas las perspectivas de las operaciones militares en el Donbass?
Si nos fijamos en la cronología de la oposición desde el principio, vemos cómo ha crecido y se ha fortalecido la milicia. Sin embargo, sigue habiendo una desigualdad de fuerzas. Pero tenemos otro aliado, no menos importante y peligroso para el enemigo, que sale de la mirada bolchevique a la hora de afrontar esto. Este aliado es la agitación entre los soldados ucranianos contra la guerra. Recordemos que los bolcheviques hicieron campaña contra la guerra imperialista hace exactamente 100 años Si los ucranianos, que están luchando por los intereses de los capitalistas ucranianos y occidentales también se niegan a luchar y organizan comités de soldados contra la guerra, se resuelve el caso. Y esta tendencia es ya evidente.

Hay dos posibilidades: o las tropas ucranianas anegan en sangre el Donbás y arrasan su suelo por completo o se produce un cambio radical y expulsamos a los verdugos más allá de las tierras de las jóvenes repúblicas.
Como puedes ver, la paz no es posible en un Donbass sometido a la Junta de Kiev. Si la Milicia fuese derrotada se abriría un periodo de represión y terror contra la población (…) ¿Te imaginas un sólo estado en Yugoslavia después de haberse producido una guerra total? Es imposible. Pero si nos comparamos con la carnicería yugoslava nosotros no tenemos odio a nación alguna en particular; allí fueron los serbios y los croatas entre sí y contra los bosnios. Si los represores* controlan Donbás tendrían que tener desplegadas siempre aquí unidades militares y dormir con una pistola, porque esto no es una guerra entre ucranianos y rusos, esto es una guerra civil en la que la Junta golpista está luchando contra los antifascistas.

El ejército ucraniano no es tan débil ahora como al comienzo de la guerra ¿Cómo ves la moral dentro de la milicia? ¿Podrá resistir la República Popular?
La Milicia lo está logrando, porque no está sola, no son sólo los combatientes, sino también el resto del pueblo. Casi sin darse cuenta, todos se han movilizado para la lucha. Cualquier aportación sencilla, cada cosa o cada detalle pueden suponer ayudas inestimables si se trata de una lucha compartida por todo el pueblo. Sin el apoyo popular nada sería posible. La gente ya no quiere vivir de la vieja manera. La gente quiere realmente la paz y la tranquilidad, y están empezando a entender que el retorno del gobierno de Ucrania sería el terror y la pobreza.

¿Es posible pasar a la ofensiva?
Es posible, pero no tendrá lugar tan rápido como todo el mundo quiere; también la deseamos nosotros. La táctica defensiva enoja a muchos, pero se necesita tiempo.

Fuiste un participante activo antimaydan, y perteneces a una organización de izquierda “Borotba”, que de hecho fue puesta fuera de la ley por las autoridades ucranianas. Tu ciudad, donde vives con tu familia, está ocupada por las tropas de la junta Kiev ¿Hay algún peligro a tus familiares y amigos? ¿Se quedaron allí o se han marchado?
Por supuesto que me llevé a mis parientes antes. Un tío también se quedó y ayuda a la lucha común. Algunos compañeros se fueron, pero otros muchos se quedaron.

En los medios de comunicación se comenta mucho que la mayor parte de la población local tiene sus dudas sobre todo esto y que no se ha movilizado tanto. Al parecer, se dice, la mayoría de las milicias estaría compuesta por combatientes extranjeros procedentes de Rusia, Chechenia, Osetia, etc ¿Qué nos puedes decir sobre esto, qué explicación puede haber para esta presencia internacional?
Este tema exige una respuesta más detallada. Para la población del Donbás es diferente. Esto es una guerra civil. La gran mayoría, por supuesto, ofrece toda la ayuda posible, o simplemente presta un apoyo pasivo. Esto se ejemplifica muy bien con la entrada de una columna de la Milicia en cualquier localidad. Las personas agitan sus manos y gritan palabras de gratitud a los hombres, y así sucesivamente. Muchas abuelas bendicen el paso de las milicias. En general, hay un gran sentido de unidad entre el pueblo.Todos somos uno para el otro. Pero hay tambien un pequeño grupo de «protsentik», esto es, aquellos que están esperando para entregar a sus vecinos a la policía secreta de Ucrania, como hacen en Mariupol. También hay algunos “protsentik” a los que simplemente no les importa nada, siempre y cuando funcionen los cajeros automáticos en el pueblo. En general el estado de ánimo de los donbasitas se ha radicalizado. La gente está empezando a exigir la cabeza de los informadores y chivatos, pero la milicia, por supuesto, está intentando evitar cualquier intento de tomarse la justicia por su mano.

Acerca del carácter internacionalista de la milicia debo decir que sí, en la milicia sí, hay personas de orígenes diferentes. Osetios, chechenos, ruso y ucranianos. Todos somos internacionalistas y estamos muy orgullosos. Porque si, Dios no lo quiera, uno de los hermanos tiene un problema en su casa, en la misma Rusia, los ucranianos, serbios y los osetios, por ejemplo, iremos a ayudarle. Esta es la esencia del internacionalismo. La columna vertebral de la milicia son los jóvenes y hombres de cada localidad. Vienen a alistarse continuamente pero no todos son aceptados. Incluso mi abuelo, un veterano de la guerra, quiso unirse. (…) Siempre hemos sido personas muy pacíficas en el Donbás. En el curso de esta guerra, muchos se han convertido en guerreros, y han aprendido cómo defender su tierra y sus ideas. Los donbasitas seguirán luchando aunque cayesen las capitales,

Es cierto hay combatientes internacionalistas, pero no mercenarios. Y es muchos de ellos combaten por sus propios hogares aquí. ¿Cómo es esto posible, te preguntarás? Fácilmente. El Donbás es muy plural, es un hervidero de personas de diferente origen [ya desde la època soviética]. Hay muchas nacionalidades. Los serbios [por el contrario] viven sólo en unas pocas áreas históricamente habitadas por ellos. Quienes vinieron a vivir aquí, encontraron un hogar. Después de esto, nadie será sería capaz de olvidar el Donbass. Todos somos donbasitas y, como decimos a veces:todos somos diferentes, pero todos somos rojos (sonríe).

¿Qué impide que la gente de Donbass se una a la milicia en masa para proteger sus tierra?
En mi opinión, la falta de una línea ideológica clara hace que mucha gente no acabe de ver las cosas. Es también el miedo a perder una jarra de cerveza en las noches o aperecer bajo el fuego de los lanzacohetes”Grad”. Si hubiera una idea clara que permitiera entenderlo como lograron hacer los bolcheviques las cosas serían diferentes.

La gente solía vivir aquí de elecciones generales en elecciones generales, teniendo que elegir entre el Este y los oligarcas pro-occidentales. Nadie esperaba una guerra, y no había organizaciones que tuvieran el tipo de comités en cada pueblo que se precisaban para hacer frente a tal eventualidad. No vivimos a principios del siglo XX, sino a principios del siglo XXI y para responder correctamente a los desafíos actuales debemos ser capaces de obtener una respuesta correcta y adaptada a ellos.

El tratamiento reciente que se está empleando de «miliciano comunista» responde plenamente a muchos interrogantes y, creo, refleja las opiniones de la mayoría de los combatientes de la milicia. Sí, desde el principio estamos luchando contra los furiosos «nacionalistas ucranianos» y los neonazis. Estos constituyen un grupo importante en Ucrania pero manipulado desde arriba y aislado de los ucranianos normales y corrientes, nuestros hermanos. Hay un montón de ucranianos contra la Junta golpista, pero tienen miedo y carecen de la auto-organización precisa.

El aterrador suceso de Odessa el 2 de mayo en el que mataron a muchos de mis compañeros, «ayudó» temporalmente a la Junta golpista a estrangular las protestas contra el Maidan fuera del Donbás.

Mi respuesta a todo esto es parecida a la conclusión de los antiguos milicianos rojos; «Si levantamos la bandera roja, ganaremos esta guerra». Y añado: ayudaremos a nuestros hermanos ucranianos a estrangular a las alimañas fascistas, animándoles a construir una Ucrania sin fascismo. Debemos hacer entenderse que no solamente estamos luchando en contra de algo [de la máquina de guerra que tenemos ante nosotros] sino que también lo hacemos en favor de algo. Esta es la llave que abrirá las mentes de muchos de nuestros compatriotas, que se levantarán para luchar, estoy seguro.

 ¿Cómo ves el futuro de Ucrania y el Donbass si se gana la guerra?
Creo que Ucrania debería llegar al socialismo sin el Donbass. Podemos ser grandes aliados. Pero erradicar el dominio «banderista» y encontrar una forma de socialismo ucraniano sería posible sólo cuando el Donbass no pueda ser usado como un “monstruo soviético” que acabó ocupando el país entero. La histeria banderista siempre se basa en la incitación al odio entre el Este y el Oeste. Sin el Donbás, Bandera devoraría rápidamente a los suyos, porque no podría hacer nada por la “prosperidad de la nación”, y ya no tendría a un culpable de fuera al que acusar.

Si en el oeste de Ucrania, en Lubov, estallase también un movimiento, ese dia el régimen banderista puede morir. El derecho a la autodeterminación es un derecho de los pueblos, como lo es el escoger en que ciudad queremos vivir.

Hay mucha gente que ve las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk (RPD y RPL) como un «proyecto blanco», que está dirigido por monárquicos, nacionalistas rusos y público similar. Como comunista e internacionalista que eres,y defensor de la República Popular ¿Qué piensas?, ¿hay alguna razón por la que la izquierda deba apoyar a Novorossia? ¿Cómo está de asentada la izquierda en la dirección de la República Popular? ¡Hay muchos izquierdistas entre los soldados rasos y los comandantes?
Esta pregunta probablemente se vuelve central. Al principio los hombres fueron a defender sus hogares y familias, sin pensar seriamente acerca de la ideología. Era virtualmente imposible en ese momento lograr que la gente pensase en términos de toma del poder y los soviets, aunque la mayoría se considerasen, al menos íntimamente, como socialistas; me refiero a que podían considerarlo como un ideal que a los habitantes del Donbás les gustaría traer a su vida cotidiana, incluso a nivel de conversación en un bar.

En Lugansk, muchos combatientes de la Milicia se consideran comunistas internacionalistas. También observo el papel del Frente de Trabajadores de Lugansk “[anteriormente la federación regional del Partido Comunista de Ucrania, cuyos miembros se negaron a obedecer a la dirección oficial del Partido y apoyaron abiertamente a la República, por lo que tuvieron que cambiarse el nombre]. Hay anarco-sindicalistas que estaban molestos de que [algunos} de sus “hermanos” en Kiev estuvieran en connivencia con los neo-nazis y con entusiasmo comenzaran a ayudar a que maten a nuestros compatriotas.

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La mayor parte de la gente no está en las organizaciones, sino que cada cual simplemente se posiciona como comunistas o internacionalistas. Esto es una olla en la que nadie siquiera piensa en organización puedas estar. Tu eres comunista y eso es todo. No existe nacionalismo en Lugansk. Los cosacos del Don [por su parte] interactúan perfectamente con los comunistas. La mayoría de los grupos cosacos que se han reunido aquí son más parecidos a los cosacos que lucharon por la República del Don Soviética [en su día]. Recordemos la bandera tricolor rusa con la inscripción “Antifa” [sonríe]. Este episodio explica por sí solo muchas cosas. La gente se levantó contra la amenaza del nacionalismo ucraniano y buscaron aliados contra los radicales armados. Rusia siempre ha sido una «madre» aquí, de todos modos. Por lo tanto se ha levantado la bandera de Rusia. Pero la etiqueta antifascista aporta un segundo plano, la esencia interior de los pueblos de Donbass, es decir, que no es cualquier forma de nacionalismo y donde el internacionalismo y la lucha contra el fascismo [son parte definitoria].

De entre los comandantes, ninguno se ha declarado abiertamente como comunista, pero a menudo lo han hecho de sus convicciones internacionalistas y antifascistas. Por ejemplo, Alexander Mozgovoi, el comandante del batallón “Fantasma”, ha hablado en repetidas ocasiones abiertamente sobre la [necesidad] de la lucha contra los oligarcas para los intereses del pueblo y ha secundado sus palabras con hechos.

No hay un «proyecto blanco», que sería completamente desastroso para los intereses de los trabajadores. El Donbás, históricamente, peleó contra los blancos y apoyó plenamente el poder soviético. Aquí la mentalidad dominante es mucho más «roja» que «blanca». Cuando la guerra alcanza a la gente, despierta en ellos una memoria histórica y con ella una percepción de sus intereses de clase.

En conclusión, me gustaría decir que no es el sectarismo, sino la dialéctica la que ayuda a los internacionalistas a entender la esencia de la situación, para ver más allá de formas extrañas, el contenido verdadero, la contradicción principal dominante y para tomar ante ellas la decisión correcta, aunque sea difícil.

Y he de añadir: Compatriotas, Recordad que vuestros antepasados derramaron su sangre en esta tierra por la victoria del proletariado, recordad que el Donbás moderno fue construido con increíbles esfuerzos de la clase obrera, recordad la victoria sobre los nazis. El Donbás es un verdadero monumento de la construcción socialista. Recordad quienes sois, no cambiéis, manteneos fieles a vosotros mismos.

¡Gloria al Donbás y a la solidaridad internacional de los trabajadores!

Entrevista realizada por Victor Chapinov

Artem: «No quisimos la guerra, pero la guerra vino a nosotros» / Entrevista a un miliciano comunista

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