Todos los camiones del convoy humanitario ruso han llegado a Lugansk, donde ha comenzado la descarga de los bienes que serán distribuidos entre los habitantes de la ciudad.
Las 2000 toneladas de ayuda serán distribuidas según las indicaciones de una comisión constituida para la ocasión: la cantidad de recursos llevados hasta la capital es impresionante, pero al mismo tiempo en los últimos dias la situación se ha visto agravada a causa del asedio y bombardeos ordenados por Poroshenko y la junta nazi de Kiev.
La llegada de los 282 camiones, que cruzaron la frontera después de un enfrentamiento que ha durado días, es una victoria para el pueblo de Donbass y un nuevo fracaso de la arrogancia de Kiev, la Unión Europea y sus socios estadounidenses, que han hecho todo lo posible para obstaculizar la misión, obviando las condiciones de vida inhumanas de los habitantes del donbass.
Según las informaciones facilitadas por la columna de brigadistas internacionales españoles presentes en Lugansk «La llegada del convoy humanitario a Lugansk ha venido acompañada de un fuerte bombardeo Ucraniano… Al menos un niño y una mujer han resultado heridos, ambos con la amputación de las extremidades inferiores. No se sabe aún si hay victimas mortales.
Por otra parte, la OTAN, –organización especializada en el asesinato de civiles, sobretodo durante las misiones humanitarias y de paz- ha denunciado que la entrada de la caravana humanitaria rusa en el Donbass es una «violación de la soberanía« – en palabras de su secretario general Anders Fogh Rasmussen–.